EMOLTV

Cumpleaño de mono

O, en otras palabras, Fiesta primate. Así se llama el nuevo disco de este grupo de Quilpué, y así son sus conciertos: festejos al ritmo jamaicano del ska mezlado con rock, cumbia y sus máximos respetos a la academia porteña que son Los Blue Splendor.

26 de Agosto de 2010 | 01:35 |

Por Valparaíso y Santiago en las últimas semanas ha pasado Sonora de Llegar, un grupo chileno con nombre cumbiero pero entregado durante sus diez años al ritmo jamaicano del ska. Tras editar su flamante disco Fiesta primate la banda se dedicado estos días a presentar esas nuevas canciones en público. Y una primera distinción es que en la sonora no hablan de público: hablan de hinchada.


-En Santiago resultó todo excelente, llegó la hinchada y las bandas todo bien -recuerda el cantante Mauricio Miño acerca del estreno en la capital, en un show compartido con los grupos de cumbia y ska Chorizo Salvaje y Gandjarvas en el Galpón Víctor Jara. Y a la semana siguiente lo lanzaron en Valparaíso junto a Los Peores de Chile, la banda Ska Prensao, de Villa Alemana, y el cantautor Vladimir Alavena.


Fiesta primate es el nuevo disco del grupo después del debut en larga duración Sonora de Llegar (2007) y de las grabaciones tempranas Démole (2001) y Manifiesta (2003). Y el tránsito desde el Sello Azul, con el que editaron el disco previo, a la autogestión de nuevo ("Ahora es Kamboya Records, que es una utopía nuestra", dice Miño acerca de su sello independiente) no ha sido el único cambio.


-Hay temas que demuestran que la banda crece en cuanto a interpretación -analiza el cantante, fundador del grupo desde sus inicios en Quilpué en 2000-. Noto a los compañeros más compenetrados. Hay un fiato después de las diez primaveras que llevamos dando jugo.


Gina sumó el toque chilombiano

Desde estilos diversos afines al ska hasta una canción con la percusionista colombiana Gina Lollobrigida de la Hoz, integrante del grupo chileno-colombiano-ecuatoriano La Chilombiana, se pueden escuchar en la fiesta primate de la Sonora de Llegar.


-En el disco pasamos de un estilo a otro y aún así creo que no amerita ser adelantado entre canciones -considera Miño-. Es como para acompañar cualquier situación. Un colega de Chorizo Salvaje me contaba que es sagrado en su casa hacer el aseo escuchando el disco completito.


En su disco anterior Sonora de Llegar tuvo la colaboración de Aldo Asenjo, más conocido como el Macha y como cantante de los grupos de rock y cumbia LaFloripondio y Chico Trujillo respectivamente. Asenjo se hizo cargo de la mezcla de ese disco en Berlín, Alemania, junto al músico chileno Rodrigo Rod González, integrante de la banda rockera chileno-alemana Die Ärzte.


-Lo mezcló Macha en Berlín y no tuvimos injerencia alguna en ese trabajo, aunque afortunadamente mi compadre la hizo súper bien -saluda Miño-. Éste lo hicimos con calma, suena mejor y se acerca mucho al sonido real de la banda en vivo, tiene esa potencia.


-¿El ska siempre va a ser la columna vertebral del grupo?
-Sigue siendo la base musical de la banda, pero al mismo tiempo no hay reparos en tocar otro ritmo o estilo que nos guste. En el disco hay rock and roll, hardcore punk, reggae, cumbia y surf, pero el ska nos va de pelos. Quizas en un próximo haremos minimal trance -se ríe-. En un disco solista puede ser, ¿o no?


-¿Qué les parece el vuelo que ha tomado la cumbia ahora último?
-Creo que está bien pues ha abierto la cumbia a toda la gente, y eso trae consigo el hecho de bailar y mirarse más alegres. Cosa que no es intrínsecamente propia de los chilenos. Hay una apertura, aunque por supuesto ahora levantas una piedra y sale un grupo de cumbia o una sonora, pues es llevadero, hay algo de moda también. Hay hasta grupos de "cumbia cuica" diría yo, y se notan porque no todos pueden tener la misma onda para tocar. Es algo popular y al tieso se le nota lo forzado. Creo que después de Chico Trujillo salieron demasiadas bandas en la misma o intentando hacer algo parecido. Me gusta la cumbia pero a veces hay mucha banda con cero onda, aprovechando este boom cumbiero.


-¿Si ustedes tienen nombre de sonora es porque les gustaba la cumbia también desde antes?
-Tomamos el nombre como el chiste que es, no somos una Sonora como tal, de hecho no tocamos cumbia aunque sí tenemos un parcillo. El nombre es una talla de cuando empezamos: como teníamos una formación similar, con el bloque de bronces, nos pareció un gran nombre, y lo es por cierto. Ahora, a nosotros sí nos gusta la cumbia. Desde antes de empezar con la banda investigamos en ritmos latinoamericanos de Colombia y de Cuba, a mí personalmente me gusta harto la cumbia colombiana bien antigua, gente como Calixto Ochoa, Los Corraleros de Majagual o los Gaiteros de San Jacinto.


-¿Cómo se dio invitar a Gina de la Hoz en "Lo que nunca llega"?
-Fue bien espontáneo. La conocimos, creo, en algún sitio de Valparaíso, y la invitamos a meterle la tambora. Al momento de grabarla fue y sin casi nada de ensayo tocó y quedó. Como colombiana fue la raja que participara y le sumara ese plus sonoro. El tema inicialmente era mucho más básico y ni siquiera olía a cumbia, y finalmente quedó medio cumbiero pero con una onda tristona rara. Fue buena idea invitarla, le sumó el toque chilombiano.


El maestro Rafael Palacios sonaba increíble: las influencias


También hay saludos de más vieja guardia en la fiesta de Sonora de Llegar. En el nuevo disco se escucha una versión de "Visión de otoño", éxito del veterano conjunto porteño Los Blue Splendor, así como una canción llamada "Boogie muli", transformación espontánea del hit "Wolly bully", grabado en Chile por el grupo de Pat Henry y sus Diablos Azules en 1965, plenos años de la "Nueva Ola" nacional.


-¿De ahí viene "Boogie muli" de hecho?
-La verdad es que no tenía idea de su existencia. Fue loco porque vi la reseña que hiciste tú del disco y recién ahí cachamos que existía y nos cayó esa extraña teja. Le puse el nombre porque me sonaba divertido y medio estúpido. Ese tema tiene una onda bien Profetas & Frenéticos creo yo, o de los temas chistosos de Los Prisioneros como "Mal de Parkinson" o "Rock on the rocks". Por ahí va la cosa, porque soy fan de ellos desde ultra pendejo. Esa veta roquenrolera de ellos es la raja y comparto ese sentido del humor también, medio Siniestro Total en sus inicios. Soy bien pegado en esos antiguos gustos musicales.


-Hace tiempo venían homenajeando a Los Blue Splendor en vivo y ahora grabaron "Visión de otoño". ¿Qué importancia tienen para ustedes, cuándo supieron de ellos?
-Ese tema lo empezamos a tocar hace diez años, cuando partimos, estaba bien metido en nuestro inconsciente musical. Lo escuchaba siempre desde bien chico en la radio, en algún programa de música de la Nueva Ola que ponían mis viejos. Y de repente le puse atención y caché que teníamos una onda medio similar, en el sentido de que se mezclaba el rock and roll con un bloque de bronces. La voz del maestro Rafael Palacios (el cantante de Los Blue Splendor, que murió el 10 de junio de 2007) sonaba increíble y "Visión de otoño" tiene un tono melancólico que nos venía como anillo al dedo, así que lo sacamos y quedó bien bueno.


-¿Hay algo en común por ser de la misma región también?
-Nosotros ensayábamos en el Cerro Cordillera en un comienzo y por harto tiempo. Había una atmósfera bien porteña y Los Blue Splendor son una banda súper de Valpo. Ellos aún tocan y son parte de la música de la Quinta Región, bien arraigada, y espero humildemente que nosotros también entremos alguna vez a ser considerados como una banda con cierta identidad similar. Ellos son unos grandes, persistir durante tantos años tocando es un ejemplo sin duda de consecuencia, rigor y amor a la música. Eso tiene el máximo valor. ¡Grande los Blue!


-Cuando se habla de grupos de la región, Congreso, Los Jaivas, LaFloripondio, por mencionar a los más famosos, ¿encuentran que hay una identidad común entre ellos, los de antes y los actuales, más allá de que toquen en estilos distintos?
-Es difícil describir esa onda similar entre bandas importantes como las que nombras. Creo que tanto Los Jaivas como LaFloripondio fusionaron súper bien el rock con elementos de raíz latinoamericana o incluso africanas, con elementos pelacables y entretenidos musicalmente. Eso de pasar de un ritmo a otro se da de manera natural y quizás ese sentido de libertad musical y creativa tiene relación con no haber nacido en una ciudad como Santiago, sino en lugares como Villa Alemana, Quilpué o Viña del Mar en el caso de Los Jaivas. Rodeados de cerros o mar, no de edificios, ni cercados por la cordillera y por un cielo putrefacto y estresado. Lamentablemente por no estar en Santiago todo es más complicado. El sentido romántico del asunto también posee un valor, pero estamos lejos de una descentralización, la cosa se teje desde la capitale. Allá Santiago, aquí nosotros.


En la radio doble casete: retrospectiva Sonora


La historia mundial del ska es finalmente el telón de fondo que ha tenido Sonora de Llegar en su recorrido, un género musical iniciado en bandas jamaicanas primigenias como The Skatalites en los '60 y redescubierto en sucesivos momentos por ingleses como The Specials, The Selecter o Madness en los '70, latinoamericanos como Los Fabulosos Cadillacs, Desorden Público y Santiago Rebelde en los '80 o españoles como Ska-P en los '90, con quienes Sonora de Llegar tocó en 2003 en el Estadio Víctor Jara de la capital.


-Yo conocí el ska por Los Fabulosos Cadillacs en el '87 -se remonta Miño-. Después escuché harto punk rock y llegué a bandas como (los españoles) Kortatu o Decibelios y ahí quedé loco con esa música. Conocí tambien a los Specials y los Madness de Inglaterra y, buscando las raíces del asunto, llegué a los clásicos como Prince Buster o Laurel Aitken. Me gustó mucho ese sonido antiguo de la música ska, reggae , dub y rocksteady jamaicana.


-El ska ha sido adoptado desde Londres a California y desde España a Quilpué, entre otras partes. ¿Cuáles son tus versiones preferidas?
-Hay mucha música del ska inicial que es increíble, y en ese sonido me quedé pegado. Como banda tomamos ese referente más clásico, al menos lo preferimos a tanta banda ska que hay con sonoridades pop en el sentido más desechable de la palabra. Con los Specials rayamos siempre, ese tratamiento del ritmo jamaicano nos gusta mucho, ese colorcillo de punk. Los ingleses llevaron el ska a otras circunstancias musicales y culturales, esa expansión dio lugar a que sea un ritmo mundialmente valorado y tocado.


-¿Desde cuándo estuvieron al tanto de los grupos ska chilenos? ¿Conocieron a Santiago Rebelde a fines de los '80, por ejemplo?
-Desde el '92 creo yo. En ese tiempo estaba en segundo medio y escuchaba hartas bandas españolas punk y también algunas ska, y estaba rayando con nuestros casetes carreteados de bandas chilenas como los Fiskales (Ad-Hok), Los Miserables, los Pinochet Boys, los KK Urbana, y ahí también estaban las primeras grabaciones de los Santiago Rebelde y también Los Revolucionarios Evolucionarios. Piratéabamos en la radio doble casete todo lo que se pudiera, y de ese explorar finalmente saldría Sonora de Llegar. Siempre hemos sido bien curiosos, sobre todo con la música chilena, de ahí nacen las ganas de hacer música, de ser fanáticos de escucharla.
 
-¿Algún recuerdo de cuando telonearon a Ska-P en 2003 en el Estadio Víctor Jara?

-Fue la primera experiencia masiva. Había creo seis mil personas y como no era un show nuestro estaba la posibilidad abierta de ser una lata para los asistentes. Afortunadamente fue todo lo contrario y se armó una buena fiesta, estábamos bien nerviosos pero al comenzar se fue la tensión y nos lanzamos con todo. También era loco porque estaba el hecho de que ese lugar fue centro de detención después del Golpe (de 1973), entonces estar en esos camarines y pasillos por primera vez fue extraño a ratos. Al menos yo tenía ese cacho en la cabeza. Se percibe esa onda oscura en el aire -menciona Mauricio Miño. Con la Sonora de Llegar la fiesta es primate, pero consciente.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?