Escogieron el teatro de Coco Legrand, conocido por el nombre formal de Teatro Circus OK, para presentar su disco, porque un bar, un club o una sala chica no habrían dado abasto para el propósito de Órfica, un grupo que en su flamante álbum debut, Presente, no sólo combina sonidos como los de la música electrónica, el soul, el jazz y el hip-hop, sino que en vivo quiere lograr otra cosa más. El espectáculo.
-Elegimos ese teatro por toda la parafernalia visual que vamos a hacer -explica la cantante Regina Crisosto, y enumera elementos como vestuario, iluminación, guión, planta de escenario y proyecciones visuales-. No se ha explotado mucho esto en Chile: que vayas a ver a un grupo que toca pero donde además pasen otras cosas. Generalmente el grupo toca. Con tenida de domingo… El espectáculo es muy importante y tiene que ser audiovisual, entretenido para ver. Eso es lo que menos ha mutado en Órfica.
Lo que más ha mutado en Órfica desde la primera vez que este cuarteto santiaguino tocó en público en 2008 es el sonido. El grupo está integrado por Regina Crisosto (voz), Jaime Muñoz (voz, rimas, programación), Edgardo Parraguez (piano y coros) y Cristian Orellana (bajo y contrabajo), y las procedencias de los cuatro determinan las primeras diversidades. Ella es la vocalista del grupo de fusión MediaBanda, Muñoz proviene de la música electrónica y el hip-hop y Parraguez y Orellana son una dupla de jazzistas.
Luego de tocar desde fines de 2008 en el colegio Altamira, el Galpón Víctor Jara, el Bar Constitución, el restaurant Cena, el bar Onaciu y el restaurant El Ciudadano, el grupo ha perfilado en vivo también ese sonido. Su primera formación era sólo un trío de cantantes con bases electrónicas, entre Crisosto, Muñoz y David Vásquez, actual vocalista del grupo de soul Esencia. Parraguez llegó en 2009, Orellana en marzo de 2010 y para el concierto de lanzamiento Órfica va a estrenar al baterista Cristóbal Orozco.
-Siempre Órfica está mutando -concluye Jaime Muñoz-. Pero tengo la sensación de que ahora armamos un piso que nos satisface, tanto musical como humano. Y por eso también lanzamos (el disco). Igual todo puede cambiar, pero la idea es ir con este punch. El disco nos da una base muy potente para eso.
De puro golosos
-Es entretenido cómo se han ido dando los temas -dice Regina Crisosto-. Son bien extremos, hay unos súper electrónicos, otros más jazzeros, hay uno que es casi que una balada ("Camino de sal"), otros son muy hip-hop. El repertorio responde a distintas necesidades musicales que todos teníamos. De puro golosos también.
-Ha sido bien interesante para mí, que vengo del rap, de la electrónica, trabajar con músicos no "doctos" pero con mucha formación -distingue Muñoz-. Cristian (Orellana, el bajista) es jazzista, mucho power musicalmente, y la electrónica de repente desde la música puede ser vista como muy simple o muy plástica. Órfica es lo que es también por eso: hay una transa entre este mundo sintético, pop, y la complejidad del jazz y el soul. Las dos cosas se van permeando. Desde los extremos se va nutriendo un común.
-¿Habían tocado con músicos distintos en un mismo grupo?
-Cuando llegué al lote (por intermedio del pianista) para mí era otro mundo -recuerda Cristian Orellana-. De estar tocando prácticamente cien por ciento jazz vine a otra cosa totalmente electrónica, y con hartos ruidos y bichitos y pajaritos ahí sonando. Era súper loco para mí, y acepté entrar porque era un desafío, porque los temas me gustaron desde que los escuché.
-De todos modos hay un piso común -agrega Muñoz, y se refiere a que los cuatro integrantes han tenido estudios formales de música-. Ha sido una gran herramienta a la hora de transar. Porque hay un lenguaje común. Si no sería muy complicado.
-¿Las canciones son distintas entre sí porque éste es el primer disco de Órfica? ¿Se supone que la madurez implica encontrar un estilo más homogéneo?
-No necesariamente -considera Regina-. Siempre se va a dar un parecido por las voces, el lenguaje de los instrumentistas, pero va a estar esa distancia entre las composiciones de cada integrante.
-Todos nos hemos preguntado eso -agrega Muñoz-. Si bien son temas distintos hay una línea, y tengo la sensación de que después de digerir el vivo y el disco se va a generar una dinámica que no sabemos cómo va a ser, y ahí vamos a encontrar una manera de trabajar, que creo que nunca hemos descubierto realmente. Ahí va a salir un Órfica nuevo.
-¿No era apresurado grabar el disco antes de eso?
-Por eso son dos años de ir evolucionando -dice el cantante. "Es que pasa mucho, también: grupos que pasan años y años de ensayar y tocar y no hay un registro, para tocar en vivo, para ir a regiones", agrega ella. "Para eso el disco es fundamental".
-¿Por eso el disco se llama Presente, como la foto de un momento actual?
-Se me ocurre un par de significados, pero el origen es un tema que se llama "Presente" y es como una carta a una mujer, a una amiga, para decirle "Estoy aquí, te apoyo, estoy presente" -explica Muñoz.
-Y tiene que ver con la temática de las letras -agrega Regina-. Nos hemos enfocado en hacernos cargo de estar acá, en Chile, en esta ciudad, con el grupo, la familia y los amigos que tenemos, la sociedad en la que estamos. Abrir los ojos también y hacerse presentes y tomar las riendas de lo que uno quiere hacer. Lo importante es dónde uno pone el foco, qué quiere ver y cómo quiere vivir eso.
Canciones con títulos como "Presente", "Delirio", "The womb", "From this moment on" y "Los pájaros" son parte del repertorio del disco. "Hay un par místico", dice ella. "Yo siento que varios temas apuntan a una espiritualidad", agrega Muñoz. "Son temas como la Era de Acuario, la nueva espiritualidad, es un prisma muy orgánico y propio para nosotros, sin religiones de por medio pero sí muy conectado con el todo, con el gran espíritu, con la madre. 'The womb' tiene mucho que ver con eso, lo femenino, la tierra, la mujer".
En cambio hay otras canciones como "Control freak". "Ésa es del primer chakra", bromea Muñoz, en alusión a los chakras o zonas energéticas que integran el cuerpo humano según la sabiduría hinduista.
-¿Dónde está el primer chakra?
-Debajo de la pelvis. Es el tema que nos ayuda a afiatarnos en vivo. Porque Órfica igual es súper elevadito, flotante, en cambio "Control freak" es el único tema donde le echamos la foca a alguien que de verdad nos rompió el corazón. Y en vivo nos ha servido caleta, para entrar y conectar con el público.
-Hemos hablado de chakras, de la Era de Acuario. ¿Hace falta saber sobre eso para conectarse con Órfica?
-No, porque es un lenguaje súper amable, no estamos con códigos -dice Regina-. Uno habla con la energía orientada hacia ese discurso, pero la manera en que sale es absolutamente cercana, con letras escritas con nosotros. Es la manera que uno tiene de volcar eso.
-A propósito de la diversidad musical entre electrónica, soul, rap o jazz, ¿funcionaría Órfica en un festival de jazz, por ejemplo?
-Siendo sincero, aquí en Chile no. Afuera sí -distingue Cristian Orellana, el bajista-. Hay festivales en Brasil, en Recife, donde van grupos catalogados como de jazz y puedes llegar a escuchar hasta música celta. Pero aquí encuentro que el jazz es un poco cerrado, de repente los músicos jazzistas son demasiado puristas, entonces eso no daría cabida a Órfica en un festival de jazz. El lenguaje y los códigos son diferentes, partiendo de las bases electrónicas que tenemos, y que son totalmente contrarias al jazz acústico.
-¿Pero existen los puntos de encuentro entre el jazz y la música electrónica o más bailable, como el drum n' bass o el acid jazz?
-Es porque el drum n' bass viene de los tambores africanos, y claramente el jazz viene de esa raíz. Y la conexión con el acid jazz es por las armonías que trabajan esos músicos. El ritmo es súper importante en el jazz, pero la armonía es definitoria de qué estilo estamos escuchando. Es lo que pasó al comienzo, en el paso del dixieland a la era del swing hay todo un cambio armónico.
-Y haber empezado a tocar con David Vásquez, que ha cantado en varios grupos de soul y R&B, ¿implica que Órfica también tiene que ver con esa escena, para tocar en vivo por ejemplo?
-Todo el rato -dice Muñoz, a propósito de músicos como Esencia y Panty con los que Órfica ya ha tocado en vivo-. También siento, y ésa es la incógnita que tengo con Órfica, que como somos tan eclécticos, donde estemos vamos a caber pero vamos a hacer algo más extraño. No vamos a hacer R&B. En un festival de jazz o de soul vamos a tocar cosas más electrónicas. Pero hay algo que une todo eso, hay un puente.