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Equilibrio entre la suavidad y el caos

En la primera jornada del festival, el quinteto californiano cumplió con su tercera presentación en Chile, ocasión en la que demostró que la sincronía con el público ya adulto que los acompaña desde los '90 se mantiene intacta.

04 de Abril de 2011 | 15:35 |
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Deftones optó por seleccionar un setlist enfocado en sus éxitos y sólo incluyó cinco canciones nuevas.

El Mercurio

Hace varios años que el término nü metal dejó de ser popular entre el público rockero juvenil. El concepto maduró, tal como las bandas que lo crearon y como sus viejos auditores, en una "adultez" compartida que fue evidenciada por Deftones durante su presentación en el primer Lollapalooza chileno.

El quinteto de Sacramento llegó al festival en el Parque O'Higgins con un repertorio centrado en los principales éxitos de sus dos décadas de trayectoria, aun cuando ya tienen un sexto disco lanzado en febrero de 2010 (Diamond eyes).

Fue precisamente el primer sencillo de ese álbum el que dio el vamos al concierto. En medio de un escenario completamente negro comenzaron a sonar las guitarras del tema que da nombre a la producción, mientras Chino Moreno ingresaba entre los gritos de la fanaticada más entusiasta.

El grupo aprovechó el ánimo del público para presentar otros cuatro temas de la primera producción, grabada sin su bajista histórico, Chi Cheng. El malogrado músico aún está en terapia para volver a controlar su cuerpo, ya que en 2008 sufrió un accidente automovilistíco que lo dejó en coma por seis meses.

El puesto de Cheng fue ocupado por Sergio Vega, quien aún no compone con la banda, pero que al igual que los demás músicos se lució con una avasalladora interpretación. Sobre todo en los clásicos de su  disco más metalero: Adrenaline (1995). La agilidad de "Engine No 9", "Birthmark" y "7 words" se equilibró con el pseudo romanticismo plasmado en White pony (2000), sobre todo en las populares "Digital bath", "Change" y "Passenger".

La balanza se mantuvo en el límite de ambos estados anímicos con "Be quiet and drive", "My own summer (shove it)", "Knife party", "Hexagram" y "Minerva", pero se exacerbó notoriamente con el himno juvenil "Back to school", el que fue interpretado junto a Sen Dog, de Cypress Hill.

Curiosamente, ese recordado tema de White Pony marcó uno de los momentos altos de la noche, pese a que sus creadores ya no tienen ni un asomo de adolescentes. Es que los músicos, ya casi cuarentones, saben que no importa que su público tenga 15, 20 o 50, mientras sigan dialogando en una frecuencia común.

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