PARÍS.- En la pantalla es la historiad e una batalla entre dos bandas rivales de escolares. Y en la vida real, es el combate entre dos productores de cine, ninguno de los cuales está dispuesto a rendirse.
"La guerra de los botones" ("La Guerre des Boutons") es un remake en tono de comedia de la exitosa cinta de 1962 sobre un grupo de niños que pelean con catapultas y espadas de madera, que fue estrenado el miércoles en Francia.
Pero en un hecho sin precedentes, una versión más dramática de la película con la misma historia, con el título similar de "La nueva guerra de los botones" ("La Nouvelle Guerre des Boutons") llega a las salas con una semana de diferencia.
Ambos guiones están basados en el mismo libro, "La guerra de los botones", escrito en 1912 por Louis Pergaud. Los dos incluso tienen el mismo coproductor, la televisora privada TF1, y el mismo presupuesto, cerca de 18 millones de dólares.
"Es absurdo", dijo Jean-Michel Frodon, ex crítico de cine del diario "Le Monde". "Todo es más absurdo, porque la película que sale primero usualmente es la más popular", añadió.
En Francia, tal como en Estados Unidos, películas que compiten con el mismo tema han aparecido en ocasiones. Pero usualmente las fechas de estreno son con al menos varios meses de diferencia, tal como ocurrió con las películas "Capote" (2005) e "Infamous" (2006), o las películas francesas "Coco Before Chanel" (principios del 2009) y "Coco Chanel & Igor Stravinsky" (fines del 2009). Pero la actual rivalidad, amplificada por la creciente aparición de publicidad en todo París, llega luego de una carrera de un mes por parte de los productores para terminar rápidamente sus respectivos filmes.
Marc du Pontavice, que produjo "La guerra de los botones", y Thomas Langmann, quien está detrás de "La nueva guerra de los botones", han dicho que pensaban adaptar el libro el 2009, un año antes de que fuera de dominio público.
Y cada uno argumentó que su película es una interpretación diferente de la que continúa siendo, 50 años después, una de las películas más populares en Francia.
En 1962, Yves Robert, que dirigiría relevantes películas francesas como "My Mother's Castle" y "My Father's Glory", convirtió el que entonces era un desconocido libro de un autor que había muerto durante la Primera Guerra Mundial, en una película que atrajo a 10 millones de personas, más del 20% de la población francesa de ese momento.
El libro narra la historia de dos grupos de niños, entre 7 y 14 años, que pertenecen a villas vecinas, y que luchan por ganar independencia y honor. En la batalla evitan perder sus botones, que son recolectados por sus rivales como trofeos de guerra. En una escena, los muchachos, liderados por el intrépido Lebrac, escogen ir a la batalla desnudos antes de volver a casa sin botones y enfurecer a sus padres.
"Es una historia escrita de forma deliciosa y bella", dijo du Pontavice. "Muestra a los niños de hoy que había otra forma de experimentar la niñez", añadió.
Du Pontavice ha estado trabajando en su película por varios meses cuando supo que otra adaptación estaba en marcha. "Estaba preocupado, pero teníamos un equipo y estábamos orgullosos del trabajo que ya se había hecho", afirmó. Du Pontavice, de 48 años, describió una mezcla de silencio y un periodo de comunicaciones difíciles cuando Langmann le pidió que abandonara su cinta o la hiciera de dibujos animados. De acuerdo a "Le Figaro", Langmann también ofreció "varios miles de euros" para que Yann Samuell, el director de "La guerra de los botones", detuviera la producción.
Emmanuel Montamat, coproductor de Langmann, dijo que su socio de 39 años no presionó a su rival para terminar la película o le ofreció dinero a Samuell. "Es completamente equivocado y grotesco", dijo en una entrevista telefónica. Pero Montamat confirmó que Langmann "sugirió la idea" de convertir la película de Du Pontavice en un film animado.
Langmann aparentemente apuró su producción a un ritmo inusual. Una película que trabajó en la cinta y habló en condición de anonimato, describió la atmósfera en el set como estresante y fría. El material filmado cada día eral levado a París para ser editado de inmediato, un paso inusual en las producciones locales.
De acuerdo a "Le Figuro", Langmann pagó bien, ofreciendo 3,2 millones de euros en total a sus actores por sólo 15 días de rodaje.
La batalla entre los productores también tuvo que ver mucho con sus personalidades. Langmann, que ha estado en el ojo del público por su personalidad descarada, es hijo del famoso cineasta Claude Berri, autor de cintas famosas como "Jean de Florette" y "Manon of the Spring".
Langmann es conocido por producir (y a veces dirigir) películas de alto presupuesto como "Asterix y los Juegos Olímpicos". También escogió al conocido director Christophe Barratier, encargado de "Los coristas" (2004), para que se pusiera tras las cámaras de su película.
Du Pontavice es un productor menos conocido de películas de animación e independientes, como "Gainsbourg", una inusual cinta biográfica sobre el cantante Serge Gainsbourg, que se estrenó recientemente en Estados Unidos.
Una semana antes del estreno oficial de la primera película sobre "La guerra de los botones", la competencia ya había comenzado en cines y librerías. La editorial Gallimard lanzó una nueva edición del libro con una imagen de la película de Samuell, mientras que Hachette usó una de la cinta de Barratier.
Sonia Brun, que es dueña de un cine cerca de París, decidió mostrar ambas películas, pero con dos semanas de diferencia para "evitar crear confusión". "Es un precedente increíble, porque no sabemos cómo va a reaccionar el público", manifestó.