Lars Ulrich, el baterista de Metallica y su debut como actor: "Me lo tomé muy en serio"

SANTIAGO.- Sumergirse en el mundo de la actuación fue toda una experiencia para Lars Ulrich, el baterista de la banda Metallica que aprovechó una pausa en los ensayos de su banda para participar en el telefilm "Hemingway & Gellhorn", protagonizado por Nicole Kidman y Clive Owens.

En la cinta, Ulrich interpreta al documentalista holandés Joris Ivens, quien trabajó sin descanso en crear un registro de la Guerra Civil española, y fue atraído por Hemingway y Gellhorn a la península Ibérica a fines de la década de 1930.

"No tengo grandes aspiraciones en la actuación, pero me encanta incursionar en procesos diferentes", afirmó el músico de origen danés. "No estaba en busca de esto, pero no pude decir que no", añadió a "USA Today".

Ulrich, que había aparecido en otras películas interpretándose a sí mismo, abordó el papel como si fuese grabar un disco. "Me lo tomé muy en serio. Estudié la diferencia entre cómo una persona holandesa diría palabras en inglés y la forma en que yo lo haría como danés", afirmó. "La mayoría de la gente no podría notar la diferencia, pero yo sí. Y necesitaba que fuese correcto", comentó el baterista.

Una de las anécdotas que se dio en el rodaje fue un cameo protagonizado por Robert Duvall, a quien Ulrich admiraba por su rol en "El padrino", y con quien tuvo que realizar un diálogo.

Cuando hablaron fuera de las cámaras, quedó claro que Duvall no tenía idea quién era Ulrich. "Me preguntó qué hacía y le dije sólo que tocaba batería", afirmó Ulrich. "Él me contó de todos los músicos que había conocido. Luego me preguntó si alguna vez había tocado en un concierto. Le dije que sí", recuerda con gracia Ulrich.

El interés del director de la película, Philip Kaufman, quien dijo que años atrás había estado en una audición de Sean Penn en la que Ulrich lo acompañó. El músico terminó ayudándolos con algunas líneas y desde entonces quedó dando vueltas la idea de convocarlo para algún otro proyecto. "Él era un actor para nosotros, no un baterista. Era humilde y entusiasta", comentó el realizador.

Una de las cosas que permitió que Ulrich participara en la cinta, es que la agenda calzó perfecta y la película fue filmada en San Francisco, lo que hizo toda la logística posible.

"La música para mí es lo principal, así que viajar a un lugar como, por ejemplo, Islandia, para filmar, nunca hubiese funcionado. Pero este era Phil (Kaufman) y era en San Francisco, seis semanas en total. No había que pensarlo", confesó Ulrich.

Si bien el músico quedó con un buen recuerdo de su experiencia como actor, tiene claro que su camino es y seguirá siendo la música. "En una película, eres una herramienta sirviendo a la visión de un director y así es como debe ser. Pero en el mundo de la música, yo ayudo a tomar esas decisiones", subrayó.