La medida solidaria de los funcionarios no es la solución para los problemas financieros que atraviesa La Scala.
Reuters
ROMA.- El director musical del templo italiano de la lírica, La Scala de Milán, el célebre músico argentino-israelí Daniel Barenboim, y el superintendente del teatro, Stéphane Lissner, aceptaron reducirse el salario en un 10% para sostener la prestigiosa entidad musical, informaron hoy fuentes de prensa locales.
En total once funcionarios de La Scala, entre ellos el director del coro, el del ballet, así como el jefe de prensa, aceptaron recortarse sus sueldos en señal de solidaridad.
"Con el fin de sostener y ayudar al teatro hemos decidido disminuir nuestro propio salario en un 10%. Desde el punto de vista económico no resuelve nada, pero dada la situación actual de crisis, se trata de enviar un mensaje claro a todos los interesados: estamos dispuestos a buscar soluciones para apoyar el teatro, dado que su equilibrio financiero es incierto", explicó el francés Lissner, quien trabaja para La Scala desde el 2005.
Barenboim, quien es retribuido por concierto, aceptó también la reducción del 10%, pese a no haber percibido ningún aumento desde que comenzó a trabajar para el teatro.
Lissner precisó que en los últimos años el número de representaciones se ha multiplicado y la recaudación por entradas pasó de 15 millones a 32 millones de euros. No obstante se han recortado los fondos provenientes del Estado y la Provincia.
El déficit de La Scala previsto para el 2012 era de 7 millones de euros y descendió a 4,5 millones gracias al aporte de patrocinadores, la venta de entradas y las medidas de ahorro.
"Los aportes públicos siguen bajando lo que pone en peligro al teatro desde todo punto de vista", explicó Lissner, quien invitó a los poderes públicos a "no sacrificar la cultura" frente a la crisis económica.