Lo de The Prodigy resultó en un cierre apropiado para la versión 2012 del Maquinaria.
Cristián Soto, EmolSANTIAGO.- En cada show que hubo en el festival, la polvareda que levantaba la multitud al momento de saltar era un buen indicio para saber si todo iba bien entre el artista y su público.
Tomando esto como referencia, lo que aconteció con The Prodigy fue decidor. La nube de polvo cubrió a la banda desde el inicio de su presentación, despejando todas las dudas que hubiesen existido respecto al show de los británicos.
Y es que la mezcla entre elementos de la electrónica industrial con matices de rock fue lo necesario para que miles de personas saltaran al ritmo de los gruesos beats de The Prodigy.
Eso explica que ya sea con temas poco conocidos como con verdaderos himnos de la banda, como "Firestarter", las miles de personas que se quedaron en escenario principal del evento mantuvieron la actitud de saltar como posesos.
Lo de The Prodigy resultó en un cierre apropiado para la versión 2012 del Maquinaria. Fue una apuesta que resultó a cabalidad y que entregó un final de lujo al evento.