SANTIAGO.- Horas después de que su defensa pidiera exámenes médicos alegando que no está en condiciones de enfrentar un proceso, el ex militar Augusto Pinochet dijo anoche que está bien de salud.
"La salud está buena y el ánimo está bien", dijo en las últimas horas de anoche a la prensa al abandonar un restorán al que concurrió a cenar en el balneario de Viña del Mar.
Pinochet, de 84 años, viajó ayer al balneario de Concón, vecino a Viña del Mar, para asistir hoy a una misa por el fallecido almirante José Toribio Merino, uno de los cuatro oficiales de la junta militar que derrocó en 1973 al gobierno del presidente socialista Salvador Allende.
Luego de dirigirse a Concón, acompañado de un numeroso séquito de guardaespaldas, Pinochet concurrió anoche al restorán acompañado de una hermana y su cuñado. En el lugar permaneció alrededor de tres horas y al salir del local declaró a la prensa sobre su estado de salud y de ánimo.
La prensa informó que el ex mandatario comió carne con tallarines y bebió agua mineral.
Pinochet debe comparecer el 9 de octubre ante el juez Juan Guzmán para declarar por su responsabilidad en las acciones de una comitiva militar que envió a recorrer el país tras el golpe militar de 1973.