SANTIAGO.- Pese al término de la toma de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y el retorno a clases después de más de cuatro meses, unos 50 encapuchados protagonizaron la tarde de hoy incidentes con bombas molotov en las afueras de la casa de estudios, situación que obligó a carabineros a intervenir.
Los hechos se produjeron cuando los estudiantes realizaban un acto, alrededor de las 13.30 horas, para celebrar el término del conflicto que mantuvo paralizado al plantel universitario. Sin embargo, un grupo de unos cincuenta encapuchados comenzó a lanzar bombas molotov terminando con la paz que había reinado durante la mañana.
Personal de Carabineros, que se encontraba en las calles cercanas a la UMCE desde muy temprano ante la posibilidad de que se efectuaran desórdenes, procedió a intervenir con carros lanzaaguas para dispersar a los encapuchados.
Durante la mañana circularon rumores de posibles incidentes, principalmente porque un sector de los alumnos no está de acuerdo con el término del paro y con la propuesta de la Junta Directiva para establecer un gobierno transitorio. De hecho la propuesta fue votada ayer martes en las 17 carreras y el resultado fue estrecho ya que sólo ocho votaron a favor de la vuelta a clases y siete lo hicieron en contra.
Finalmente, los voceros del Consejo de Presidentes decidieron anunciar anoche la reanudación de las actividades luego de cinco horas de asamblea en que intentaron convencer a quienes se resistían a la fórmula propuesta para terminar con el conflicto.
Esta mañana se abrieron las puertas de la UMCE que se cerraron el 29 de mayo pasado cuando se inició el paro que comenzó con demandas de mayores recursos para el Fondo Solidario que otorga crédito a los alumnos y que derivó en la salida del rector Jesús González.
Muchos estudiantes que no venían a clases desde esa fecha llegaron esta mañana para informarse sobre el proceso de normalización de las actividades, de manera de poder recuperar el segundo semestre de este año ya que el primero está definitivamente perdido.
Durante la mañana también sesionó por primera vez el Consejo Directivo Transitorio, fórmula que se acordó para dar gobernabilidad a la universidad y retornar a clases ante el ultimátum que dio el Ministerio de Educación que amenazó con reubicar a los alumnos en otras casas de estudios si no se normalizaban las actividades académicas.
Esta "instancia de diálogo" está integrada por el rector interino, Hernán Soto, los cuatro decanos y dos estudiantes que en conjunto tendrán derecho a un voto. Además participa un miembro de la Junta Directiva.
Un sector de los académicos que encabeza el profesor Maximino Fernández criticó la participación de los alumnos en este consejo. "Esta institución transitoria ni siquiera tiene un plazo determinado para dejar la transitoriedad y convocar a elecciones", afirmó.
En tanto, el rector interino, Hernán Soto, defendió el protocolo de acuerdo suscrito, señalando que "esta comisión es transitoria, depende de la Junta Directiva de la universidad y no afecta en ninguna medida las estructuras organizadas que tiene la universidad en sus estatutos".
