SANTIAGO.- Los supermercados chilenos podrían estar vendiendo productos contagiados con el mal de las "vacas locas", denunciaron dirigentes de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus).
"Todos los quesos de procedencia francesa y española que están en los mercados además de los embutidos, y todo producto animal que ha llegado de Europa puede traer contagio", aseguró Ernesto Benado, director de Conadecus.
Benado sostuvo que la posibilidad de contagio existe en todo alimento que llegue desde países infectados y culpó a las autoridades de salud de no informar con precisión a la opinión pública.
"La prueba de ello es que los países europeos se han ido infectado desde 1990 unos con otros. No hay que olvidar que el período de incubación es de 10 años", explicó el dirigente, quien es ingeniero civil de profesión y ex consultor de las Naciones Unidas en México.
Benado señaló que se le han enviado infinidad de cartas al director del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Lorenzo Caballero, pero que ninguna de ellas ha recibido contestación.
En declaraciones que publica hoy el diario Las Ultimas Noticias, Benado sostuvo que la idea del SAG es no causar alarma a la población.
También dijo que el director de ese organismo sabe que durante muchos años se importaron alimentos pulverizados con sangre de vacuno para ganado.
Indicó que en el Reino Unido los exportadores reconocieron que durante diez años vendieron forraje con contenido de huesos y sangre vacuna, sin decirle a nadie que tenía el mal de las "vacas locas".
A mediados de enero los veterinarios chilenos solicitaron al Gobierno una actitud mucho más enérgica frente a la amenaza de la enfermedad de las "vacas locas", que en Europa ha creado una gran alarma.
"Hay que impedir la entrada a Chile de todo tipo de alimentación animal que provenga del extranjero, especialmente de los países europeos", advirtió el presidente de la Comisión de Divulgación Científica del Colegio Médico Veterinario de Chile, Hugo Díaz.
Las autoridades locales han asegurado que las probabilidades de que la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) llegue a Chile es casi nula.
A juicio de Ernesto Benado, en estos momentos los chilenos se podrían estar contagiando, a menos que el SAG asegurara que se preocupa de no dejar entrar harinas y que prohíba terminantemente la importación de todo tipo de alimento para ganado que tenga contenido animal.
"Todo producto alimenticio originado en los países en que ha aparecido la contaminación no debiera comprarse mientras no se despeje absolutamente la duda de que pueda ser fuente de contagio", agregó.
