GINEBRA.- Una mujer suiza de origen chileno vivió una pesadilla para conseguir sacar a su hija de Chile, tras visitar a sus familiares en este país.
Según ha referido la propia Rosana Leu a la prensa de Suiza, el pasado sábado tuvo que regresar sola a este país ya que las autoridades chilenas no autorizaron a su hija, Andréa, de 8 años, a subir al avión con ella.
La negativa se enmarca en la lucha que llevan a cabo las autoridades chilenas contra el tráfico de menores, según explicó a EFE una funcionaria del consulado de Chile en Berna, quien reseñó que ese tipo de problemas se presentan por desconocimiento de las leyes internacionales, y no sólo de Chile, contra ese tipo de tráfico.
Andréa carecía en efecto de una autorización de viaje firmada por el padre y las leyes chilenas exigen que un menor que abandone el país con el padre o la madre esté en posesión de un permiso del otro cónyuge legalizado por un consulado.
La propia agencia de viajes que les vendió los billetes de vuelo, afirmó que había prevenido a Rosana Leu de los problemas que podría tener si no iba provista del permiso paterno, pero ésa se escudó en la doble nacionalidad de la niña para no tener en cuenta la advertencia.
Dado que Chile sólo reconoce la doble nacionalidad con España y debido a que tanto Rosana como su hija habían entrado en el país con su pasaporte chileno, el documento suizo de Andréa no le sirvió de nada.
A partir de su regreso sola a Suiza, Rosana y su esposo suizo, André, se dedicaron a telefonear al consulado chileno en Berna para sacar cuanto antes a su hija de Chile.
Por fin, tras una serie de gestiones, la muchacha pudo viajar a Suiza acompañada de su abuela, que tuvo además que comprar un billete de ida y vuelta para las dos porque ninguna compañía aérea les quiso vender billetes sólo de ida.
