SANTIAGO.- El director de Gendarmería, Hugo Espinoza, descartó este lunes que las medidas de seguridad aplicadas en la cárcel de Colina II vayan a modificarse tras el incidente protagonizado el pasado viernes por reclusos que se autoinfirieron heridas cortopunzantes para denunciar supuestos malos tratos por parte de sus guardias.
El funcionario explicó que los 24 internos de la sección de alta seguridad del recinto penitenciario realizaron esta acción como una forma de reclamar por el régimen que tiene ese recinto, que en este caso es de extrema seguridad por las características de los reclusos que han cometido homicidios, robos con violencia, violaciones y han participado en otros amotinamientos.
Este sistema se basa en un estricto control de todos los desplazamientos de los reclusos, y sólo se les permite recibir visitas a través de locutorios, debido a que es la única forma que vigilar a este tipo de presos, de los cuales algunos han sido condenados a presidio perpetuo por la gravedad de sus delitos, dijo Espinoza.
"El régimen establecido, en ese sentido, está reglamentado en una normativa de más de ocho años y nosotros no vamos a alterarla por ese tipo de medidas. No hay hasta el momento ninguna denuncia fundada y responsable presentada ante Gendarmería que hable de algún tipo de irregularidad en el trato de nuestros funcionarios con esos internos", arguyó.
Asimismo, Espinoza precisó que este sistema les ha permitido bajar considerablemente los intentos de fugas, ya que entre el año 2000 al 2001 la ocurrencia de estos hechos disminuyó en un 40 por ciento, pasando de 71 a 44 intentos de evasión.
"Por eso es que creemos que mientras no hayan presentaciones fundadas y responsables, nosotros mantendremos las condiciones que imperan en ese recinto porque creemos que es lo más adecuado para dar tranquilidad a la comunidad", indicó.
