SANTIAGO.- El ministro (s) de Agricultura, Arturo Barrera, afirmó hoy que los recursos con que cuenta la Corporación Nacional Forestal (CONAF) para combatir incendios forestales, se encuentran asegurados.
El secretario de Estado indicó que la alarma que se ha registrado desde la Octava hasta Décima regiones a raíz de los siniestros -que han consumido más de 20.000 hectáreas de bosque nativo y diversas plantaciones-, "está en vías de control".
"La alarma es una situación que en su conjunto está en vías de control y los incendios más significativos, que son los dos del Alto Biobío, en la Octava Región, Malleco y Conguillío, en la Novena Región, y Santa Juana en la Octava Región, yo creo que al menos tres o cuatro de ellos ya están en vía de control", afirmó.
Barrera señaló a Radio Cooperativa que la CONAF se encuentra en alerta roja, por lo que ha incorporado unos 450 brigadistas en las labores de control del fuego en la Octava y Novena regiones, los cuales se incorporan a los 1.200 que ya estaban trabajando.
Asimismo, sostuvo que a estos equipos se unen 383 voluntarios del Ejército.
En la ocasión desmintió que la CONAF tuviera un déficit en sus recursos para enfrentar estas emergencias, debido a que el organismo dispone anualmente de 5.000 millones de pesos para esto.
Explicó que del total de dineros, sólo se han gastado 3.000 por lo que en las arcas quedan 2.000 por gastar.
"Si se acaban estos recursos pondremos más, pero hoy día no tenemos problemas o dificultades de recursos para poder cumplir con las tareas que la sociedad nos ha impuesto", mencionó.
Además, informó que a esta hora se encuentra reunido el Comité de Emergencia que es presidido por el ministro del Interior, José Miguel Insulza, y añadió que si es necesario tomar nuevas medidas "se tendrán que tomar".
Barrera también negó que los incendios fuesen intencionales, puesto que según las investigaciones los siniestros que se registran en la precordillera y cordillera de la Novena Región se produjeron por tormentas eléctricas.
Asimismo, explicó que los siniestros de la Octava Región se pudieron haber producido por quemas agrícolas hechas irresponsablemente o por negligencia, pero en ningún caso en forma intencional.
