GINEBRA.- La Alta Comisaria de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Mary Robinson, recibió hoy en Ginebra la Orden al Mérito que lleva el nombre del héroe de la independencia de Chile Bernardo O’Higgins.
Robinson, que dejará mañana el despacho del Palacio Wilson que ha ocupado durante cinco años, recibió la distinción de manos del representante permanente chileno ante los organismos internacionales, Juan Enrique Vega, quien le entregó sendas cartas del presidente Ricardo Lagos y del ex presidente Patricio Aylwin.
Este último fue nombrado por Robinson, después de que dejase la presidencia chilena, representante personal suyo para los Derechos Humanos en Latinoamérica.
En su carta, Ricardo Lagos expresó la alta valoración que tiene del trabajo desarrollado por Mary Robinson en el cargo que ahora deja y recordó el apoyo activo a la restauración de la democracia chilena cuando era presidenta de Irlanda.
Al imponerle la condecoración, el embajador chileno señaló, por su parte, que su Gobierno ha querido honrar en Mary Robinson a la representante de una organización dedicada a la defensa de los derechos humanos y de la dignidad de la persona a la vez que destacó las altas virtudes públicas indispensables para un mundo mejor.
La galardonada recordó sus visitas a Chile tanto como presidenta de Irlanda, cuando asistió a la toma de posesión de Patricio Aylwin, y luego en el 2000, ya en su condición de Alta Comisaria para los Derechos Humanos, para participar en la reunión regional sobre el racismo en la que se preparó la conferencia de Durban (Suráfrica).
"En mi persona, honráis la labor de los derechos humanos", dijo Robinson, quien expresó su confianza de que Chile seguirá ocupando un papel destacado en la defensa y promoción de los derechos humanos.
Robinson, que dejará su puesto mañana al brasileño Sergio Vieira de Mello, anunció hoy que se dedicará a partir del primero de octubre a un nuevo proyecto, bautizado "Iniciativa por una Globalización Ética", y trabajará en Nueva York.
El proyecto contará con el apoyo del Instituto Aspen, el Foro sobre el Estado del Mundo, ambos de EE.UU., y el Consejo Internacional para la Política de Derechos Humanos, de Suiza.
Al informar de su proyecto, Robinson recordó que los países del Norte deben ayudar a los del Sur, aportándoles los recursos que necesitan, a construir sistemas nacionales de protección de los derechos humanos.