SANTIAGO.- El Arzobispo de Santiago Monseñor Francisco Javier Errázuriz pidió perdón este mediodía, por medio de una
declaración pública, a todos los que han sufrido por los "dolorosos hechos" en que se han visto involucrados por las acciones del procesado sacerdote Andrés Aguirre, conocido como el padre Tato.
"La Iglesia quiere aprender de estos dolorosos hechos que la avergüenzan", dijo el Cardenal en su segunda intervención pública sobre el hecho, donde no quiso contestar preguntas argumentando que hay un proceso judicial de por medio.
Respecto del sacerdote inculpado, Errázuriz señaló que "los hechos conocidos no nos harán olvidar las muchas cosas buenas que hizo el sacerdote confeso, y si bien rechazamos terminantemente las acciones que lo inculpan, no entraremos al juicio de la conciencia, puesto que ese juicio le corresponde a Dios".
El Cardenal sostuvo que de la situación actual que vive la Iglesia, por los abusos cometidos por el padre Tato, "sacaremos todas las consecuencias con serenidad, firmeza y esperanza. Así estaremos contribuyendo a que toda nuestra sociedad crezca también mediante las experiencias que nos hieren".
En su declaración, la máxima autoridad eclesiástica de Chile explicó que ante las primeras denuncias de abusos cometidos por el sacerdote años atrás, "se tomaron aquellas medidas que entonces parecían no sólo necesarias sino que también suficientes, tales como un acompañamiento espiritual cercano y calificado, y la lección de trabajo que evitara los peligros y afianzaran la identidad sacerdotal".
Sin embargo, Errázuriz reconoce que con estas medidas no se logró la finalidad perseguida, y afirmó que los estudios más recientes sobre la pederastia muestran lo difícil que resulta lograr una recuperación, y la precariedad de muchas medidas.
El Cardenal afirmó además que pese a todos los cargos contra el sacerdote Aguirre, "eso no impide reconocerlo como un hijo de nuestra Iglesia. Lo mismo haría una familia con cada uno de sus hijos".
Respeto de la situación judicial, Errázuriz sostiene que la iglesia está reuniendo los antecedentes para colaborar con la justicia.
El purpurado señaló además que se ha reunido con la familia cuyas hijas fueron abusadas por Aguirre, y que pudo comprobar el dolor que están viviendo, dolor que se ha acrecentado por el rechazo que algunos vecinos del barrio donde residen les han manifestado.