SANTIAGO.- "En estos momentos no hay sino que aceptar en silencio la cruz que el Señor me ha destinado", responde monseñor Francisco José Cox, en su primera declaración -vía email- tras las denuncias que lo acusan de abuso de menores, al padre Raúl Manríquez Ibañez, vicario general de la diócesis de Chillán.
Con motivo del impacto que provocó en la Iglesia de Ñuble la situación personal de monseñor Cox, otrora obispo de Chillán, el padre Raúl Manríquez Ibañez, logró intercambiar mensajes con el prelado, según publica hoy el diario de Chillán
"La Discusión".
En el documento, el padre Manríquez le expresa el apoyo fraternal de la Iglesia local hacia él, por la situación que hoy vive.
"Estamos conscientes que sobrellevas una cruz misteriosa, pero muy pesada. Te ofrecemos nuestro afecto que se mantiene intacto y nuestras oraciones que serán más fervientes y constantes. Compartimos todas las angustias que sufres por tu Iglesia, a la que has servido con generosidad y lealtad durante tantos años.
Recordamos con gratitud tu servicio en nuestra Diócesis; servicio que en muchos campos sigue dando sus frutos. Que no decaiga tu fe y que el Espíritu te acompañe al indicarte por qué caminos debes ir glorificando a Dios", expresó.
A este fraternal saludo,
monseñor Francisco José Cox respondió: "En estos momentos no hay sino que aceptar en silencio la cruz que el Señor me ha destinado. He recibido muchos honores y alegrías en mi vida.
Es hora de ofrecer también agravios y deshonras: son también una forma de entregarse al servicio de la Iglesia.
A cada uno que se recuerde de mí, mi gratitud".