SANTIAGO.- Esta mañana se realizó la ceremonia del cambio de mando en la Corte Suprema, donde asumió la presidencia el ministro Marcos Libedinsky, en reemplazo de Mario Garrido Montt.
En la ceremonia, el nuevo presidente del máximo tribunal aseguró que durante los próximos dos años no van a haber grandes cambios. Agregó eso sí, que quedan tareas pendientes, como la autonomía del poder judicial, que se debe seguir discutiendo con el ejecutivo.
Según informa radio Chilena, en otro tema, Libedinsky descartó que exista un clima de tensión entre los ministros del pleno de la Corte Suprema.
Aseguró que durante las sesiones no existen asperezas, sino discusiones profundas, donde se analizan los hechos más relevantes que afectan a la justicia.
Con 37 años en el Poder Judicial y diez como ministro de la Suprema, Libedinsky presidía la Cuarta Sala del máximo tribunal y ocupaba la tercera antigüedad en el escalafón del pleno.
En su trayectoria destacan causas emblemáticas en materia de derechos humanos, entre ellos el caso por el homicidio del ex diplomático español Carmelo Soria y el caso por el atentado contra el ex canciller Orlando Letelier.
