
El cabo de Ejército muerto en septiembre de 2002.
SANTIAGO.- El caso de la muerte del cabo Orlando, en septiembre de 2002, ha causado varios dolores de cabeza al Ejército desde que el pasado 10 de febrero los peritajes realizados por el Servicio Médico Legal determinaron que en su deceso participaron terceras personas. Al respecto, la ministra de Defensa Michelle Bachelet dijo que hay que confiar en la justicia.
"Yo he recibido en varias ocasiones a la familia del cabo Morales, lo mismo que el subsecretario, incluso se designó un asesor para que acompañe a la familia. En su momento se pidió que se dieran todas las facilidades y el Ejército, permanentemente ha estado entregando a la Justicia todos los elementos", dijo la ministra.
Agregó que la familia ha vuelto al ministerio para entregar más antecedentes, ante lo cual se les ha pedido que los hagan llegar a los tribunales de justicia, "que es donde deben estar".
Consultada acerca de las irregularidades del caso como por ejemplo la entrega del féretro sellado y el análisis del cuerpo en el Hospital Militar y no en el SML como debiera ser, Bachelet dijo que a su cartera "no le correspondía involucrarse en lo que es un proceso judicial y es ese proceso el que dirá y determinará si algunos aspectos del caso necesitan ser analizados más allá de la investigación pertinente".
En tanto recordó que el ministerio de Defensa pidió una investigación al Ejército por la muerte del cabo Orlando Morales, la que fue realizada y entregada al juez.
Aseguró también que "todo está donde tiene que estar, que es en la Justicia y el juez pedirá todos los antecedentes y si se necesita que el ministerio entregue más antecedentes que los que ya se han solicitado, por cierto que seguiremos colaborando".
El cabo Orlando Morales, de 19 años, fue hallado muerto de un balazo en septiembre de 2002 al interior de un departamento que habitaba en el centro de Santiago junto a otros militares. Según las primeras pesquisas se habría suicidado por una depresión profunda.
La familia vinculó la muerte al descubrimiento de un supuesto desfalco por 127 millones de pesos en la institución castrense y que estaba a punto de denunciar. El ex uniformado se desempeñaba en el Comando de Salud del Ejército.
Tras la exhumación hecha al cuerpo del cabo, un segundo peritaje determinó que su muerte fue ocasionada por terceras personas.
El caso está lleno de irregularidades y denuncias de la familia, quienes aseguran haber sido amenazados e incluso golpeados por efectivos del Ejército. Asimismo, el día en que fueron avisados de la muerte del cabo por integrantes del Ejército, la familia asegura que se apoderaron de las llaves de la casa y los mantuvieron secuestrados hasta la llegada del cuerpo.
Ayer Orlando Morales, padre de la víctima, sufrió un accidente vehicular y se encuentra internado con lesiones graves en el hospital de Rancagua.
En tanto, según informa hoy La Nación, el juez Pablo Droppelmann pediría una segunda exhumación del cadáver y un tercer exámen tanatológico para marzo próximo, con el fin de dilucidar las dudas surgidas en las últimos trámites ordenados por el magistrado.