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Santa Teresa de Los Andes ya tiene su lugar en el Vaticano

Se espera que la obra del escultor Juan Eduardo Fernández esté terminada en septiembre y que la ceremonia de inauguración sea en octubre.

12 de Julio de 2004 | 11:56 | Por Juan Antonio Muñoz, desde Roma.

La propuesta del escultor chileno Juan Eduardo Fernández fue seleccionada por el Vaticano.
VATICANO.- Muy cerca de Santa Brígida de Suecia y de Santa Catalina de Siena, y adyacente a la todavía no sita imagen de Santa Edith Stein, se encontrará la escultura que recordará para los siglos venideros a Santa Teresa de Los Andes en el Vaticano.

El motor de todo esto es el actual embajador de Chile en la Santa Sede, Máximo Pacheco, quien pidió al Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado del Papa, las autorizaciones correspondientes para ubicar en San Pedro la imagen. "Nuestra petición recibió el respaldo de la totalidad de los obispos chilenos a quienes ya había adelantado esta iniciativa, la que consideraron de manera muy positiva. Para tales efectos, y en una feliz coincidencia con su visita ad limina cumplida en octubre de 2002, ellos suscribieron una carta favorable a la materialización del proyecto", dice Pacheco.

No todo fue fácil en un comienzo, ya que de acuerdo a los reglamentos vaticanos sólo se pueden ubicar estatuas de santos o santas fundadores de órdenes religiosas, lo que no es el caso de Santa Teresa de Los Andes.

Pero el embajador expuso al cardenal Virgilio Noé, en ese momento Arcipreste de la Basílica, que ya se había autorizado la estatua de Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), también carmelita y que no había sido fundadora. "Me contestó el cardenal Noé que era verdad lo señalado, pero que ello se había logrado con la autorización del Papa".

Finalmente, la respuesta de la Santa sede fue favorable y el embajador recibió la autorización solicitada, sujeta a las siguientes condiciones: que la estatua sea en mármol de Carrara, de una altura de 5.30 metros; que se seleccione, de acuerdo con la "Fábrica de San Pedro", el nicho donde se colocará la estatua, de una altura de seis metros; que se presente el curriculum de a lo menos dos artistas de fama, con un primer boceto de la obra; que la "Fábrica de San Pedro" seleccionará al artista que ejecutará la estatua, y que se presente a la "Fábrica" un boceto en yeso de la obra de alrededor de un metro de altura.

Como para todo esto hacía falta financiamiento, Máximo Pacheco viajó a Santiago para conversar con varios amigos personales quienes ofrecieron sus aportes. Ellos son Anacleto Angelini, Ricardo Claro, Eduardo Fernández, Andrónico Luksic, Eleodoro Matte y Álvaro Saieh.

Tras eso, Pacheco conversó con Monseñor Francesco Marchisano, Arcipreste de la Patriarcal Basílica Vaticana, con quien se determinó el nicho donde quedaría la escultura, frente a los jardines.

"Posteriormente, solicité propuestas a nueve escultores, interesándolos para que presentaran proyectos para la confección de la estatua. De ellos, cinco eran chilenos: Juan Eduardo Fernández Cox, Mario Irarrázabal, Osvaldo Peña, Francisco Javier Torres y Sergio Urbina; tres italianos, Novello Finotti, Romano Cosci y Paolo Borghi, y uno francés, Eric Aman. Los proyectos recibidos los entregué a Monseñor Marchisano, quien los estudió y prefirió el presentado por Juan Eduardo Fernández, residente en Alemania, quien se encuentra trabajando y que está comprometido a entregar su obra en septiembre de 2004".

Se espera que la ceremonia de inauguración sea en octubre de este año.
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