SANTIAGO.- En un hecho que constituye el cierre de la entrega de resultados de la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2003, la autoridad sanitaria dio a conocer hoy las cifras de prevalencia nacional de los virus de hepatitis A, B y C, del Virus Papiloma Humano (VPH) y de los Hantavirus de las variedades Andes y Seoul.
Según los resultados de la encuesta, la mayor parte de la población adulta tiene anticuerpos contra la hepatitis A, es decir, es inmune a esa variante. Sin embargo, en los casos de la hepatitis B y C, los resultados avalan que son infecciones poco frecuentes en la población chilena con una prevalencia de 5 y 1 en 1000, respectivamente.
Para el VPH la encuesta arrojó un comportamiento heterogéneo según el tramo de edad. La prevalencia nacional detectada es de 15,6 %, similar a la descrita por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y más alta que la de los países desarrollados. Su presencia es significativamente más elevada en las mujeres jóvenes, cuya prevalencia es de 30% bajo los 25 años de edad.
El estudio de la prevalencia del Hantavirus arrojó que para la variante Andes ésta es de menos de 3 en 1000, la que es considerada muy baja. La cepa Andes es la transmitida por el ratón colilargo y se asocia a un síndrome pulmonar de dificultad respiratoria.
La ENS también arrojó que los chilenos se han contagiado con la variante Seoul, que presenta una prevalencia, también, de 3 en 1000. Esta variante es transmitida por el Rattus Norvegicus y el Rattus Rattus, roedores de predominio urbano. Este virus provoca fiebre, que puede progresar a falla renal aguda con síntomas hemorrágicos y un porcentaje de muertes inferior al de la variante Andes.
Conclusiones
En el caso de la hepatitis A, se confirma el alto nivel de infección en los adultos y su asociación con condiciones de riesgo ambiental, como son las poblaciones con bajo nivel socioeconómico y alta ruralidad.
A su vez, se confirma la baja prevalencia de infección con hepatitis B y C, con magnitudes inferiores al 1% de la población, que traducidos a personas significa que en Chile habría alrededor de 60 mil portadores de la hepatitis B, con potencialidad de infectar nuevos casos y 14 mil setecientos infectados con hepatitis C, en riesgo de desarrollar daño hepático crónico.
Para mantener esta situación de baja circulación, será necesario mantener y reforzar las estrategias destinadas a la promoción de una conducta sexual segura, la prevención del uso de drogas inyectables y los programas de sangre segura, incluyendo el refuerzo en la regulación y fiscalización de los establecimientos de mayor riesgo, como centros de diálisis, tatuajes y otros.
Respecto del papiloma, se encuentra una alta prevalencia de infección por el virus del papiloma humano en las mujeres jóvenes.
El virus papiloma es uno de los agentes de transmisión sexual más frecuentes en el mundo y su riesgo está directamente asociado al número de parejas sexuales; mientras mayor es el número de parejas de la mujer y, especialmente del hombre que es pareja de esa mujer, hay mayores probabilidades de contraer la infección.
Lo trascendente de esta situación, en términos de salud pública, es la asociación del virus con el cáncer cérvicouterino, que a pesar de su descenso, aún es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres jóvenes chilenas.
Hepatitis A
8 de cada 10 chilenos menores de 45 años (84%), tiene anticuerpos contra la Hepatitis A. Esto significa que sólo 16 de cada 100 adultos chilenos está en riesgo de contraer la enfermedad.
Hombres y mujeres se infectan por igual con la hepatitis A.
Entre los 17 y los 25 años, ya el 65% tiene anticuerpos contra la hepatitis A, cifra que se eleva a un 98,5% a los 45 años.
La infección por hepatitis A es significativamente mayor en las zonas rurales (92,2% vs. 82,5% en las zonas urbanas).
A mayor nivel socioeconómico y mayor educación, menor es la infección con hepatitis A (92% en el nivel socioeconómico bajo, versus 62% en el nivel alto).
Las regiones III, VII, VIII y IX tienen las mayores prevalencias de infección por hepatitis A (superiores al 90%), mientras que la XII es la más baja (67%).
Hepatitis B
Sólo el 05% de los chilenos menores de 45 años son portadores del virus de la hepatitis B. Es decir, en el país habría aproximadamente 60 mil portadores que podrían contagiar a otros.
No hay diferencias significativas en el nivel de portadores por sexo, residencia urbano rural, nivel educacional y nivel socioeconómico. Sin embargo, las prevalencias tienden a ser mayores en hombres menores de 24 y mujeres de 40 a 44.
Hepatitis C
La infección por virus de la hepatitis C es de baja frecuencia en el país: sólo el 0,13% de los mayores de 17 años estarían infectados. Según esto, habrían alrededor de 14 mil setecientas personas infectadas con la hepatitis C y en riesgo de desarrollar daño hepático crónico.
La hepatitis C afecta por igual a hombres y mujeres, tampoco hay diferencias significativas entre los distintos niveles socioeconómicos y educacionales.
Virus Papiloma Humano en Mujeres
El 15,6% de las mujeres chilenas mayores de 17 años está infectada con el virus papiloma humano (casi una de cada 6 mujeres).
La infección por el virus papiloma humano afecta por igual a las mujeres urbanas y rurales, de distintos niveles socioeconómicos y educacionales.
La infección por el virus papiloma humano disminuye con la edad. Entre los 17 y 24 años, casi una de cada 3 mujeres está infectada (30,9%), cifra que cae a sólo una de cada 12 mujeres mayores de 65 años (8%).
Hantavirus
Cinco de cada 1.000 chilenos mayores de 17 años (0,53%) ha sido infectado con el Hantavirus y ha desarrollado defensas contra él. Es decir, poco más de 60 mil personas.
Se estudiaron dos tipos de Hantavirus: Andes y Seoul. Cada uno de ellos es responsable de la mitad de la prevalencia encontrada (0.27% virus Andes y 0.26% virus Seoul).
El virus Andes predomina en sectores rurales, donde habitan los roedores silvestres que lo transmiten; el cuadro clínico detectado en Chile desde 1995, es un síndrome cardiopulmonar de alta gravedad (30% de letalidad).
El virus Seoul es fundamentalmente de zonas urbanas, donde se distribuyen los roedores que lo transmiten, las ratas de ciudad. El cuadro clínico es una fiebre hemorrágica con síndrome renal, de menor gravedad (letalidad menor a 7%). Esta es la primera vez que se detectan personas infectadas por este virus en Chile.
La infección por Hantavirus aumenta con la edad: de 0,25% entre los 17 y 24 años a casi el 2% en los mayores de 65 años.
La infección por Hantavirus es significativamente mayor en las personas de nivel socioeconómico bajo, vinculado a condiciones de saneamiento deficitarias, aumentando su probabilidad de contacto con los roedores.