SANTIAGO.- En medio de la polémica generada por la postura del Consejo de Defensa del Estado en casos de derechos humanos, dos jueces que investigan estas causas dictaron estos últimos días resoluciones discordantes en lo que respecta a la tesis del secuestro permanente.
En Temuco, el ministro de la Corte de Apelaciones Fernando Carreño dictó una sentencia en la que sobreseyó en forma definitiva al mayor (r) Joaquín León Rivera autor confeso de los secuestros de Ricardo Rioseco y Luis Cotal, de 22 y 14 años respectivamente.
Ambos jóvenes desaparecieron en la noche del 4 al 5 de octubre de 1973 luego que se produjera una balacera que afectó a la guardia del regimiento Húsares de Angol.
Tras los disparos se detuvo a los dos jóvenes a quienes se les disparó por la espalda, con lo cual perdieron la vida.
Los cuerpos de las víctimas nunca aparecieron y sólo existen certificados de defunción y un parte de la Policía de Investigaciones que fueron tomados por el juez Carreño como elementos para presumir la muerte.
Esta causa siempre estuvo rotulada como secuestro, pero tras la confesión de Rivera, el magistrado la caratuló como homicidio y procedió a declarar la prescripción. El juez no aplicó la Amnistía debido a que uno de los secuestrados era menor de edad.
Un punto de vista diferente fue el que adoptó la jueza del Noveno Juzgado del Crimen de Santiago Raquel Lermanda, quien procesó como autores de secuestro calificado a cuatro ex miembros de la disuelta DINA.
Se trata del general (r) Manuel Contreras y de los ex uniformados Marcelo Moren Brito, Miguel Krassnoff, y el civil Osvaldo “guatón” Romo.
La magistrada los encargó reo por la desaparición de Álvaro Barrios Duque, militante del MIR detenido el 15 de agosto de 1974 en su casa en Conchalí.
Según consta en el proceso, Barrios fue trasladado hasta el cuartel de la DINA ubicado en Londres 38, lugar donde se le vio con vida por última vez. Su cuerpo no ha aparecido.
En la indagación, la jueza estableció que la DINA investigó a los miembros del MIR para luego castigarlos y reprimirlos.