SANTIAGO.- Persiste con fuerza la molestia del Gobierno con el presidente de la Cámara de Diputados, Pablo Lorenzini, por su ataque al ministro de Obras Públicas, hecho por el cual ha recibido también el reproche de sus pares que esperan que se disculpe públicamente o renuncie a liderar la Cámara.
Esta tarde, el vicepresidente de la República José Miguel Insulza pasó directamente a su asiento para encabezar la ceremonia de graduación de la Escuela de Aviación. En su camino estaban Lorenzini y el presidente del Senado Hernán Larraín. A paso resuelto y con el ceño adusto, Insulza sólo hizo un gesto amistoso a Larraín.