SANTIAGO.- El diputado del Partido Por la Democracia (PPD), Guido Girardi, junto a dirigentes sindicales del transporte, denunció que los choferes de la locomoción colectiva e interurbana deben recurrir al consumo de drogas y psicofármacos para soportar las excesivas jornadas de trabajo a las que se ven sometidos.
"En el sector específico de los trabajadores de la locomoción colectiva y del transporte interurbano se agrava la situación de consumo de psicofármacos, benzodiasepinas, antidepresivos e incluso de drogas para poder vencer la consecuencias del stress y la fatiga excesiva que es producto del no respeto de las normas laborales", expresó el parlamentario.
Por su parte, el director nacional de la Confederación de Trabajadores del Transporte de Chile (Conatrach), Ángel Cisternas, manifestó que "los empleadores no respetan el horario de trabajo de los trabajadores. Nos mandan, nos obligan a trabajar todo el día. En lo que es transporte trabajan 17 a 18 horas diarias para tener un mejor estándar económico y llega el momento en que tienen que automedicarse para poder seguir trabajando y laborando todos los días del año".
Según explicó Girardi, el consumo de este tipo de sustancias interfiere la capacidad de conducción del conductor. "Si un chofer va manejando y hay un evento en el que un animal o un auto que se cruza, sus reflejos están más lentos, su capacidad de reacción está más lenta por fatiga, por droga".
Para evitar que los conductores de buses interurbanos utilicen estas sustancias y disminuyan los accidentes en las carreteras, el legislador propuso una serie de medidas entre las que figuran, cambiar el sistema de planillas por una tarjeta inteligente con huella digital para controlar el respeto de las horas máximas de manejo y conducción, instalar cámaras al interior de los buses y un sistema de GPS con la finalidad de detectar su ubicación y velocidad; además sancionar penalmente a quienes infrinjan las normas del transporte de pasajeros.
"Queremos que exista en todas las carreteras de Chile control, monitoreo, toma de muestra a los choferes para saber si están consumiendo psicofármacos y para saber si están consumiendo drogas", sostuvo el representante de la Cámara Baja.
Por último, Girardi instó a implementar en los buses un régimen de verde-amarillo-rojo para que los pasajeros puedan identificar los que cumplen con la legislación vigente. "Deseamos que en este país la gente cuando suba a un bus esté segura que ese chofer tiene su descanso, no está fatigado, tiene el menor estrés posible, pero que además en ese momento no está bajo la influencia del alcohol, la droga o de un psicofármaco", concluyó.