Estabilidad política que perdure |
El principal desafío pendiente del Gobierno del Presidente Ricardo Lagos en Haití es la estabilidad política de eses país caribeño. Especialmente cuando en febrero de 2006 debieran asumir las autoridades definitivas.
"No se trata sólo de pacificar militarmente hablando al país, sino además de lograr un acuerdo político" que permita legitimar el Gobierno que asuma en febrero del año que viene, sostuvo el canciller Ignacio Walker.
Actualmente en Haití existen más de 80 partidos políticos inscritos en el Consejo Electoral, lo que conlleva una polarización y atomización del poder con la consecuente dificultad para legitimar a la autoridad de turno.
Según explicó el titular de Defensa Jaime Ravinet históricamente Haití ha realizado elecciones, pero no con buenos resultados "y por eso hay que darle gobernabilidad al que resulte electo".
"El mayor problema es la inclusividad política no lograda y ese es el gran tema en el que queda por trabajar", afirmó Ravinet. |
SANTIAGO.- Tras siete meses de intenso trabajo para lograr la normalización de Haití, el Gobierno se mostró hoy conforme y optimista ante los logros obtenidos principalmente en materia de seguridad interna en ese país caribeño.
El canciller Ignacio Walker sostuvo que "estamos orgullosos como gobierno" de ser parte de esta fuerza internacional que busca mejorar la situación política y económica de un país que, por décadas, ha sido golpeado por la inestabilidad.
En ese sentido, explicó que existen dos tareas pendientes "no menos importantes" que dicen relación con la cooperación económica y obtención de recursos y con lograr un acuerdo político interno que permita a Haití legitimar sus autoridades en el gobierno.
Respecto a la primera tarea pendiente, Walker afirmó que aún faltan más de 1.080 millones de dólares que ya están comprometidos, pero que no han sido puestos a disposición de la fuerza multinacional que opera en Haití.
Sin embargo, sostuvo que ya se cuenta con 73 millones de dólares aportados por el Banco Mundial.
El canciller precisó que Chile ha gastado más 20 millones de dólares en equipamiento militar y de ingeniería, sin contar con los casi 600 efectivos de distintas entidades que forman parte del contingente nacional desplegado en Haití.
La oposición al Gobierno del Presidente Lagos ha expresado en reiteradas ocasiones su molestia por lo que, a su juicio, es el alto costo que debe pagar el país en esta operación, lo que, según dicen, bien podría ser invertido en las múltiples necesidades sociales que tiene Chile.
"No podemos fallar"
En ese sentido, Walker sostuvo que si bien, "nada está garantizado, el compromiso de Chile en Haití es definitivo. Esperamos hacer viable el proyecto. No puede ser un intento más, no podemos fallar".
Al respecto, afirmó que la esperanza de un buen resultado en esta operación tiene que ver, además, con el compromiso que reiteraron los cancilleres Rafael Bielsa de Argentina y de Brasil, Celso Amorim, en la última reunión, el miércoles pasado, del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, donde se evaluó la operación en curso.
Según Walker, en la oportunidad se recordó la necesidad de crear conciencia, a nivel internacional, de que la estabilidad en Haití es una prioridad continental, y que para ello es necesario el aporte de los recursos ya comprometidos.
Por su parte, el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, agregó que "este no es sólo un compromiso del Gobierno chileno, sino también de Naciones Unidas y de toda la región".