SANTIAGO.- En el inicio del año escolar 2005, la subsecretaria de Educación, María Ariadna Hornkohl, llamó "a las familias a asumir responsabilidades junto con los alumnos y la co-participación en la educación de sus hijos".
En ese sentido, la autoridad convocó a los apoderados "a estar pendientes de lo que sucede con nuestros niños, la calidad de educación que reciben, cómo se están formando, y cómo asegurar su salud, entre otras cosas".
Asimismo, la secretaria de Estado enfatizó que por ley, "la educación parvularia y básica debe ser absolutamente gratuita en los establecimientos que reciben subvención completa", precisando que este tipo de instituciones no puede cobrar una mensualidad.
Hornkohl agregó que en estos casos la matrícula no puede exceder de los 3 mil 500 pesos, y que la cuota del centro de padres es absolutamente voluntaria.
Sin embargo, señaló que "los deberes implican que en la medida que la familia pueda hacer un aporte, es bueno que lo haga, porque de esa manera se hace parte y puede exigir de mejor manera".
El pasado se promulgó una ley que establece que "de ninguna manera un niño, durante el año escolar, puede verse afectado por la situación económica de sus padres", lo que impide que cualquier alumno pueda ser expulsado por este tipo de razones, enfatizó Hornkohl.