SANTIAGO.- Tienen entre 63 y 75 años, pero están felices de estudiar una "profesión con futuro". Algunos dicen que lo hacen por los nietos, otros por la satisfacción y el desarrollo personal. Se trata de un grupo de cuatro adultos mayores que fueron recibidos hoy como nuevos alumnos en la carrera de Ingeniería de Ejecución en Criminalística en la Universidad Iberoamericana de Ciencia y Tecnología (UNICIT).
Felices y muy agradecidos de la beca que les otorgó el Instituto de Normalización Provisional, en conjunto con la universidad, se mostraron Magdalena Medina (72 años), Carmen Merello (72), José Candia (75) y Juan Bautista (63) por esta oportunidad que se les entrega a los adultos mayores para que puedan estudiar.
Los cuatro fueron seleccionados, tras una prueba de diagnóstico, para ingresar a clases vespertinas en la universidad, hecho que ellos consideran un "sueño realizado", luego que en su juventud no pudieron entrar a la educación superior por motivos familiares o de trabajo.
Juan Tosso, vicerrector académico de la UNICIT, acompañó en todo momento a los ganadores por los pasillos y aulas del plantel, para que puedieran reconocer salas y a quienes serían sus jóvenes compañeros por los próximos cuatro años.
"Un día hermoso"
"Hoy es un día extraordinariamente hermoso, ya que se cumple una meta que teníamos hace bastante tiempo de hacer ingresar al adulto mayor a las aulas de una universidad", sostuvo Tosso.
Luego de algunos minutos de contacto con sus pares, quienes los aplaudieron y felicitaron en todo momento, Tosso explicó que la iniciativa pretende que estos adultos mayores aseguren el acceso al trabajo, tengan una buena educación y se integren a la sociedad, ya que de esa forma "serán un aporte a la sociedad".
Por su parte, Marco Rodríguez, director del INP, sostuvo que el plan era entregar sólo una beca, pero dado que los resultados fueron "muy buenos", se escogió finalmente a cuatro personas. Agregó que el organismo estatal se contactó con un número importante de adultos mayores de la Región Metropolitana, seleccionando a 25 de ellos para que rindieran el examen.
Finalmente los cuatro ganadores de la beca optaron por ingresar a la carrera de criminalística, la cual fue abierta este año en dicho plantel. Ellos tomaron esta decisión sustentándose en las perspectivas de la disciplina y en el énfasis que esta profesión otorga a la intervención social y comunitaria en prevención del delito.
Tras conversar con la prensa y sacarse las fotos de rigor, Carmen Merello contó que no había podido estudiar cuando joven ya que se casó y de esa manera tuvo que quedarse en el hogar "para cuidar al marido y a los hijos". Según explicó, optó por estudiar criminalística porque es una carrera con "futuro y emergente".
Merello, vicepresidenta del Club Los Leones de la comuna de Puente Alto, actualmente se dedica a ayudar a los individuos con problemas sociales, por lo cual espera poder "enfocarse en el campo de la ayuda y el soporte a las personas".
Sin reconocimiento
Juan Bautista se mostró triste por el hecho de que hay un gran número de adultos mayores que no son reconocidos por la sociedad y no pueden realizar sus sueños, pero a la vez se vio contento y agradecido por la oportunidad que se le está entregando.
Este empresario se ha dedicado gran parte de su vida a transportar adultos mayores a paseos fuera de Santiago, donde "más de alguno soltó una lágrima luego de ver el mar por primera vez". Bautista señaló que no pudo estudiar antes por motivos personales, pero ahora espera poder salir adelante "por los nietos", sin descuidar su actual trabajo.
José Candia manifestó que no tiene intención de competir con la gente joven que sigue otras carreras más especializadas, pero contó que tiene una nieta que estudia derecho, con la cual pretende establecer un "staff" y así desarrollarse profesionalmente. "Quién sabe si podemos establecer un pequeño negocio por ahí", contó.
"Es un doble propósito poder cumplir por nosotros mismos y por el INP, quienes nos dieron esta oportunidad. Estamos fuera de training, por lo cual esperamos que los profesores puedan tener paciencia con los cuatro mosqueteros que ingresan a la universidad", expresó Candia.
Por último, Magdalena Medina sostuvo que ha hecho clases de literatura durante 3 años en la cárcel de Puente Alto, y que gracias a la beca puede "conocer el otro lado de la medalla". De esta forma, concluyó que lo que aprenda en la universidad espera poder traspasárselo a sus alumnos.