VALDIVIA.- Los académicos del Centro de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano Sostenible de la Universidad Austral de Chile (Ceam-UACh), lamentaron profundamente el reinicio de las operaciones de la planta Valdivia de Celulosa Arauco, que cuenta con el apoyo de la Corema de la Décima Región y agregaron que "la autoridad ambiental ha decidido dar luz verde a un nuevo ciclo de contaminación sin los resguardos adecuados".
Uno de los voceros de los académicos de la institución universitaria e integrante del Ceam, Pablo Villarroel, señaló que desde la perspectiva pública ambiental se cierra un "lamentable ciclo".
Citando parte del documento, recalcó que la investigación científica que duró cinco meses y realizada por destacados especialistas chilenos docentes e investigadores de la UACh "establece, sin dejar dudas científicas, que ha habido cambios significativos en la calidad del agua del Río Cruces como resultado de la actividad industrial de la empresa", estudio que ha sido desacreditado por Celco en todas las instancias, según Villarroel.
Para el profesional, "la autoridad ambiental se ha restado a tomar las decisiones para lo cual debió considerar las conclusiones del estudio científico y el principio precautorio. Cuando hay sospecha o evidencia sugerente de contaminación ambiental que afecta la biodiversidad de manera severa, hay que primero detener la fuente de contaminación y después investigar y tomar las medidas de largo plazo".
Finalmente, Villarroel aseguró que "la mayor falencia no es de la empresa, que es su negocio, sino que de la Conama y Corema", y reiteró que "ante la delicada situación ambiental del humedal del Río Cruces, todas las instituciones involucradas deben asumir sus responsabilidades y la Universidad Austral de Chile ha asumido las que le corresponden".