SANTIAGO.- Agentes de inteligencia que operaron durante el régimen militar de Augusto Pinochet confesaron que el actual Presidente Ricardo Lagos, figuró en una lista de opositores que debían ser asesinados en la década de 1980, dijo hoy la prensa local.
El Diario Siete reveló que Lagos estuvo en una lista de personas que debían "desaparecer" tras un frustrado atentado que sufrió el ex jerarca militar el 7 de septiembre de 1986 en el Cajón del Maipo.
El plan para asesinar al Mandatario chileno se conoció en el marco de una investigación de la muerte del periodista José Carrasco, a manos de agentes de la Unidad Antiterrorista de la Central Nacional de Inteligencia (CNI), que actuó como una agencia coordinadora de los aparatos represivos de Pinochet.
El asesinato de Carrasco se produjo un día después del fallido atentado del militar, luego que "el director de la CNI, Humberto Gordon, reunió a los jefes de los equipos operativos del organismo de seguridad y a gritos ordenó -dicen los autores confesos del asesinato del periodista- que debían aniquilar a sus adversarios políticos", dice el artículo.
"(Se) entregaron los nombres (incluido el de Lagos) y arengó (Gordon) a sus hombres diciendo que era necesario sellar la afrenta a sangre y fuego, que debía quedar claro que no se podía atentar contra Pinochet", agregó el periódico.
No pasaron más de dos horas del atentado en contra de Pinochet y de inmediato se decretó el Estado de Sitio.
Esa misma noche funcionarios de Carabineros sacaron de su hogar en calidad de detenido al entonces dirigente opositor Lagos, quien fue sometido sólo a un típico proceso de detención preventiva por esos años.
Hoy, junto con las confesiones por el crimen de Carrasco y otros tres opositores, "los ex agentes de la CNI también han revelado que a Lagos esa detención lo salvó de ser 'ajusticiado', pues su nombre estaba en el rótulo de una de las carpetas de los dirigentes que había que eliminar", dijo el Diario Siete.
