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"The Economist" califica al Transantiago como el "bus en panne" de la candidatura de Lagos para 2009

Según la revista británica, la implementación del nuevo sistema de transporte capitalino dañó la reputación del ex Mandatario al punto de que, por ahora, cualquier ambición que pueda tener de ganar nuevamente la Presidencia en 2009, está detenida.

07 de Febrero de 2008 | 20:15 | El Mercurio Online

SANTIAGO.- A días de cumplirse el primer aniversario de la puesta en marcha del Transantiago, la revista británica "The Economist" analiza el funcionamiento del nuevo sistema de transporte capitalino y lo califica como el "bus en panne" de la candidatura presidencial de Ricardo Lagos para 2009.


La columna titulada "The slow lane" ("La vía lenta") sostiene que así como el nivel de aprobación de la Presidenta Michelle Bachelet se vio afectado durante el año pasado luego de la implementación del Transantiago, la reputación del ex Mandatario -cuyo gobierno diseño el nuevo sistema- también sufrió, y por ahora cualquier ambición que pueda tener de ganar nuevamente la Presidencia en 2009, está detenida "como un bus en panne".


La publicación agrega que, a pesar de que los defectos del nuevo esquema han sido gradualmente reparados, el Transantiago se ha transformado en un modelo de cómo no reformar el transporte público. En este sentido, "The Economist" recuerda otras ciudades, como Bogotá (Colombia), donde se han implementado sistemas similares pero de forma paulatina, y los compara con el caso chileno en el que -afirma- los planificadores impusieron rutas arbitrarias que poco tomaron en cuenta los hábitos de los pasajeros.


La columna también se refiere al ministro de Transportes, René Cortázar, como quien gradualmente ha logrado ordenar el caos. De esta manera, la revista enumera una serie de mejoras al sistema implementadas por el secretario de Estado, como la renegociación de contratos con las firmas de buses, el aumento del número de máquinas, la incorporación de rutas más flexibles y la disminución de la congestión en el Metro.


Asimismo, aunque admite que la tarjeta de prepago funciona, resalta que no ocurre lo mismo con la tecnología satelital que se utilizaría para controlar los movimientos de los buses.

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