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Imputada por "caso Rojo" da su versión de los hechos

El segundo día del juicio oral en su contra, Jeanette Hernández relató lo que hizo cuando entró a su casa.

15 de Diciembre de 2009 | 11:45 | Por Renata Robbio, Emol

SANTIAGO.- "Entré a la casa y estaba la luz apagada; dejé el bolso y enchufé la luz (sic). Cuando me doy vuelta, lo primero que veo fue a Pablo y me llamó la atención que lo vi como rojo y dije 'Pablo'; me acerco y me hace señas como pidiéndome ayuda".


Este es uno de los episodios del relato de la imputada por parricidio frustrado y parricicio consumado, Jeanette Hernández, quien esta mañana declaró en el segundo día del juicio oral en su contra por el ataque que sufrieron sus hijos en enero de 2008.


En la jornada de la mañana, la mujer fue interrogada por su defensora Ximena Silva y por más de una hora se ha referido sobre lo que ella hizo durante el día en que mataron a los niños.


La mujer se quebró al momento de recordar en el estado en que vio a los hermanos Rojo tras el ataque. "Le pregunté (a Pablito) que qué le pasaba. Él me miraba, le tomé su manito y no hallaba qué hacer", recordó la imputada.


Después de eso, Hernández habría salido a buscar ayuda: "Salí, me apoyé en el auto, no podía caminar bien (...). Cuando mi marido me vio, me preguntó que qué me pasaba y yo le dije el Pablo. Él entró y yo salí a buscar ayuda", dijo.


"Cuando vi al Pablo yo no me acordé del Esteban y ahí (...) subí al segundo piso, vi que mi pieza estaba dada vuelta (...) no vi al Esteban y bajé (...). Subo de nuevo, lo vi y me desesperé porque yo no puedo ver sangre, quería estudiar para paramédico y no pude porque tengo un problema con la sangre, y bajé a pedir ayuda de nuevo", prosiguió.


Durante su declaración también se refirió a un par de episodios, que según los fiscales, cuestionan su inocencia. Entre éstos, el hecho de que en el cuerpo del menor asesinado no se haya encontrado ningún tipo de alimento, siendo que ella en una ocasión afirmó que había almorzado.


En tanto, de acuerdo al presentación de ayer de los fiscales, las puertas y ventanas exteriores estaban intactas, sin rastros de haber sido forzadas, sin embargo, al doctor del Servicio Médico Legal (SML) que revisó el cuerpo de los niños le llamó la atención que no había rastros de defensa.


"Si alguien ataca en la cabeza, instintivamente uno se protege y si no pasa esto, existen dos posibilidades: el ataque es demasiado sorpresivo o proviene de alguien que no se espere que ataque", dijo Sabaj.


Además, según la fiscalía, el 17 de enero –cuando atacaron a los niños- Hernández no llegó a abrir la peluquería en el caracol de Puente Alto, donde trabajaba.


La mujer habría llegado después de las dos de la tarde, es decir, con cuatro horas de retraso. Supuestamente, permaneció 60 minutos en el local y luego se ausentó hasta las 7 PM.


En las próximas horas se espera que la fiscalía comience su interrogatorio, el cual se extenderá hasta las 16 horas.

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