CHILLÁN.- El obispo de Chillán, monseñor Carlos Pellegrín, pidió formalmente a las autoridades el “toque de queda urgente” para dicha ciudad, luego de los constantes focos de posible violencia registrados en la capital provincial del Ñuble.
Pellegrín recalcó que "tanto el alcalde (Sergio Zarzar), como la población, están deseando que se declare el toque de queda para poder dormir tranquilos, porque desde el terremoto no podemos hacerlo".
Fundamentando su petición, el obispo de Chillán explicó que "debido a rumores infundados, se despertó una inquietud generalizada respecto a que habrá saqueos y robos en las casas", recordando que “además hay cerca de 200 reos que escaparon de la cárcel".
Ante esta situación, el obispo Pellegrín recalcó que "todo esto crea una tensión inmensa en la gente y los vecinos, que se organizan con fogatas en las esquinas para defender sus casas y parte de ellos, echa mano a algunas armas".
En ese sentido, Pellegrín indicó que "si no se actúa pronto, vamos a lamentar situaciones como las registradas en Concepción".
"Hay mucha generosidad y entrega por parte de Carabineros y las fuerzas de orden. Pero los efectivos militares no son suficientes y tengo la impresión de que el Gobierno y las autoridades, no por mala intención, simplemente por las necesidades que hay en otros lugares, se han olvidado de Ñuble o quieren bajar el perfil a una emergencia que se está yendo de las manos", relató recordando sus intentos por contactar al intendente del Bío Bío -Jaime Tohá-, lo que no ha logrado “debido a problemas de comunicación".
"Algunas familias tienen sus casas destruidas y ahora además de eso, sufren una tensión pensando que van a ser saqueados o robados por personas que se aprovechan de esta situación terrible, tras el terremoto", acusó.
Monseñor Pellegrín hizo un llamado “a mantener la serenidad, la calma y no salir a las calles, aunque haya una intención buena de defender sus casas, porque podría haber errores y lamentar víctimas innecesariamente y al mismo tiempo, hago un llamado a la solidaridad, a preocuparse de aquellas familias que están solas y no tienen alimentos".