Las imputadas tenían más de 1.800 dosis de los fármacos y vendían cada caja a unos $15 mil.
Francisco Águila, Emol
SANTIAGO.- Tras poco más de un mes de investigación, los efectivos de la Brigada contra Delitos Medioambientales (Bidema) de la PDI detuvieron a dos mujeres acusadas de comercializar fármacos controlados por la Ley de Drogas y Estupefacientes.
Se trata de Marina Urzúa, de 53 años, y su hija Ingrid Moya Urzúa, de 33, quienes fueron arrestadas en la tarde de ayer al interior de la estación de metro Los Leones, cuando comercializaban 15 dosis de "Alprazolam" y "Sibutramina Northia", indicó el jefe de la unidad policial, comisario Richard Oliva.
Según explicaron los especialistas de la Bidema, ambos medicamentos se deben vender con receta médica retenida. El primero es un antidepresivo que, si lo ingiere una persona sin dicho problema, le provoca estados de euforia.
Mientras que el segundo fármaco se utiliza para adelgazar, pero puede producir hipertensión, aceleración del metabolismo y cambios en el estado del ánimo. A ello se suma que combinado con alcohol también provoca estados de euforia.
Tras la detención de las mujeres, los efectivos hallaron en su vivienda, ubicada en la comuna de Independencia, más de 1.800 dosis de ambos fármacos, cuya caja era vendida en unos 15 mil pesos.
Trascendió que ambas mujeres dijeron no saber que estaban cometiendo un delito al momento de ser interrogadas por los policías.
Las detenidas serán formalizadas durante esta jornada en el Centro de Justicia de Santiago.