SANTIAGO.- La Corte Suprema condenó al Servicio de Salud DE Aconcagua a pagar $95.000.000 a la viuda e hijos de Arnaldo Ampuero, quien falleció en el hospital San Camilo de San Felipe, tras recibir un diagnóstico erróneo que impidió una atención oportuna.
En fallo dividido, los ministros de la Tercera Sala del máximo tribunal determinaron que la cónyuge del paciente recibirá 45 millones de pesos y los dos hijos 25 millones cada uno.
De acuerdo a los hechos, la víctima fatal concurrió el 6 de abril de 2009 hasta el hospital San Juan de Dios de Los Andes con vómitos, dolor lumbar y mareos.
Allí, según el fallo, se le efectuó un "diagnóstico erróneo" de meningitis, razón por la cual fue derivado a San Felipe, donde "no se le otorgó una atención eficaz, toda vez que a pesar de ingresar a dicho recinto no sólo no se le realizó el TAC o scanner solicitado en la derivación, sino que no se le efectuó otro procedimiento o examen distinto a los de sangre y orina que permitiera confirmar o desechar el diagnóstico de remisión".
"Por otra parte, la circunstancia de haber sido ingresado en la denominada sala de yeso al cuidado de su cónyuge dificultó la supervisión de su estado por personal paramédico, derivando en una situación de crisis que finalmente terminó con su deceso", añade.
La resolución además sostiene que "de lo anterior puede colegirse que la demandada incurrió en falta de servicio en la atención del Sr. Ampuero, puesto que no brindó a éste la atención que un servicio público de esta naturaleza debe prestar a un paciente remitido en las graves condiciones de salud en que se encontraba aquel".
"En este caso, aplicando la denominada teoría de la equivalencia de las condiciones, si se suprime la atención poco oportuna e ineficaz del paciente por parte del Hospital San Camilo de San Felipe, el daño a éste no se habría producido, puesto que se podría haber detenido la hemorragia que finalmente le causó la muerte", apunta.
La decisión, que se adoptó con el voto en contra de la ministra María Eugenia Sandoval, recibió el respaldo de sus pares Héctor Carreño, Pedro Pierry y Alfredo Pfeiffer (suplente); y el abogado integrante Emilio Pfeffer.