Monseñor Goic tras nuevo ataque contra joven gay: Nos muestra una sociedad desquiciada

SANTIAGO.- Un llamado para que "desterremos" la violencia hizo el obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic, quien este martes visitó a Wladimir Sepúlveda (21), el joven gay que permanece en riesgo vital tras ser brutalmente golpeado en San Francisco de Mostazal.

"Vivimos en nuestro país situaciones que son realmente preocupantes. Situaciones como éstas nos muestran lo desquiciada que está, en algunos sectores, nuestra sociedad. Nadie tiene derecho atentar contra la vida de una persona", dijo.

Al término de su visita al Hospital Regional de Rancagua -donde Sepúlveda se encuentra internado-, Goic contó que no pudo conversar con la familia del joven, no obstante, "le dejé una imagen de Jesús y un Santo Rosario".

"Recé por él y sus padres para que Dios les dé fortaleza en esta hora tan dolorosa", enfatizó el prelado, instando a "aprender a respetarnos, amarnos y también a respetar a los que son diferentes".

En ese sentido, sostuvo que "toda actitud homofóbica, de rechazo al que es diferente, no es coherente con el Evangelio ni la persona de Jesús (...). Por lo tanto, hay que rechazar categóricamente toda discriminación, más aún cuando esta se manifiesta con actos violentos".

El obispo de Rancagua comentó además que Waldimir no estaba bautizado, por lo cual el domingo un sacerdote jesuita le confirió el sacramento en presencia de su madrina y familia.

Además, el capellán del Hospital Regional, P. Pedro Figueroa, le entregó el sacramento de los Enfermos. "Ellos son una familia católica cristiana, que está sufriendo angustiosamente este drama humano", señaló.