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Santiago: Martes 30 de abril del 2024 | Actualizado 02:00
SANTIAGO.- Cumplía una condena por tráfico de drogas en el penal Colina I. Pero eso no era un impedimento para que coordinara el ingreso de drogas desde Bolivia a Antofagasta, la que era recibida por sus hijos.
Se trata del reo Miguel Burgos, quien lideraba un clan familiar dedicado a la internación de marihuana, pasta base y cocaína, que fue desbaratada en las últimas horas en un operativo realizado por los efectivos de la Brigada Antinarcóticos (Briant) Sur de la PDI.
De acuerdo a los antecedentes policiales, la droga era internada desde el vecino país a por un ciudadano boliviano y recibida en Chile por los tres hijos de Burgos, Miguel (27), Gerson (22) y Milko (20).
Posteriormente ellos viajaban a través de rutas costeras y el denominado Camino de La Fruta hasta Rancagua, donde tenían un centro de acopio. Luego esa droga era transportada hasta la capital, donde era comercializada.
Parte de la agrupación fue arrestada en el peaje Angostura, donde incautó 10 kilos de cocaína, 70 de pasta base y 150 de marihuana.
Los detectives –que lograron dar con el clan familiar tras interceptaciones telefónicas al reo-, también detuvieron a la madre de los jóvenes arrestados durante los allanamientos a tres casas de la banda, en la población Santa Adriana de Lo Espejo, acusada de tenencia de arma de fuego.
Cuatro días de viaje
En tanto, en un segundo operativo realizado en conjunto con la PDI de La Serena, los detectives de la Briant Sur, incautaron un total de 227 kilos de marihuana, en el sector norte de la capital.
Según se informó el cargamento ilegal fue trasladado desde Coquimbo hasta Santiago, en cuatro días de viaje por los transportistas, con el fin de evitar ser sorprendidos durante los controles policiales.
Pero lo que no sabían es que estaban siendo monitoreados por la policía civil, cuyos efectivos los arrestaron en el peaje Pichdangui de la Ruta 5 Norte.
En ambos operativos, la policía logró incautar casi media tonelada de droga, equivalentes a 1,5 millones de dosis, avaluadas en 1.300 millones de pesos.
