SANTIAGO.- Varios integrantes de la Policía de Investigaciones (PDI) fueron acusados de participar en la compraventa ilícita de teléfonos móviles.
Los policías forman parte de un Grupo Especial de Bienes Robados (Gebro), unidad especializada de esa institución que se dedica precisamente a investigar casos de receptación.
Los detectives fueron identificados como los subinspectores Pablo Berríos Rojas, Alejandro Gómez y Jonathan Figueroa (el tercero integra la Bricrim de Puente Alto), quienes estarían involucrados en la realización de transacciones ilícitas relacionadas con celulares, de acuerdo a un reportaje realizado por el programa "En su propia trampa" de Canal 13.
Las operaciones de compraventa ilícita, que probablemente incluyen celulares robados, tenían como escenario los "mercados persas" de Biobío y Puente Alto.
De acuerdo al reportaje, algunos de los contactos que realizaban con el fin de coordinar la compra y venta de teléfonos inteligentes fueron realizados en el interior de un cuartel de Investigaciones.
Del mismo modo, se responsabilizó al subinspector Berríos de gestionar la modificación del International Mobile Equipment Identity (IMEI), la "huella digital" de los teléfonos móviles.
La policía civil señaló que pesquisa a siete funcionarios de esa institución en relación con el caso. Cuatro de ellos fueron suspendidos en sus cargos.