LONDRES.- Como muchos otros grandes inventos, la aparición del correo electrónico (e-mail) no copó los titulares de los diarios en 1971.
Incluso Ray Tomlinson, ingeniero estadounidense considerado como el "padre del e-mail", no recuerda la fecha exacta en la que envió el primer mensaje de correo electrónico en el otoño boreal de hace 30 años, a quién iba dirigido ni sobre qué trataba. "No recuerdo el primer e-mail", declaró a Reuters.
"Pudo haber sido la primera línea de un discurso de (el ex Presidente estadounidense Abraham Lincoln), por todo lo que sé. La única cosa de la que me acuerdo es que estaba escrito en letras mayúsculas", añadió.
Treinta años después, Tomlinson está de nuevo bajo los focos, asediado con preguntas para saber cómo este medio de comunicación se ha convertido en algo tan importante en nuestros días.
El ingeniero de BBN Technologies, compañía con sede en Cambridge y filial del operador de telecomunicaciones estadounidense Verizon, desbordaba una asombrosa modestia al declarar que con su invento lo único que quería hacer era facilitar la comunicación entre los investigadores.
Recordó que su primer mensaje por correo electrónico tenía sólo 200 líneas con código informático y subrayó que ya existían protocolos que permitían transferir informes.
Por ejemplo, el programa de mensajería ya conocido en 1971 permitía enviar un comunicado a un colega pero con la condición de que la bandeja de entrada de este último estuviera sobre la misma computadora del emisor.
Entonces no había las llamadas computadoras personales, que aparecerían sólo 12 años después.
Tomlinson, que tenía entonces 30 años, consiguió solucionar el problema creando buzones postales electrónicos remotos que podían enviar y recibir mensajes a través de una red informática. Su programa inicial fue bautizado como SNDMSG (Send Message).
Es igualmente a Tomlinson a quien se debe la utilización del símbolo z con el que se identifican ahora todas las direcciones de correo electrónico.
El ingeniero dijo que necesitaba un carácter que no entrara en la composición de ningún nombre propio para permitir identificar al usuario y la computadora donde se encontraba la casilla de destino.
Correo imprescindible
Treinta años después de su invención, el "e-mail" es una forma vital de comunicación.
El mes pasado, el "e-mail" fue el único vínculo confiable para muchas personas desesperadas tras los atentados en Estados Unidos, conectando amigos y familias en Nueva York y Washington cuando los circuitos telefónicos tradicionales estaban saturados.
Una semana después de esos atentados del 11 de septiembre, fue el correo electrónico el que ayudó a diseminar el dañino virus de computadora Nimda, que afectó a redes de computación de todo el mundo y causando daños avaluados en centenares de millones de dólares.
En el otoño boreal de 1971 -Tomlinson dice que no puede recordar exactamente el mes- el correo electrónico era una novedad relativamente pequeña.
Eso se debía, recordó, simplemente a que había unos pocos centenares de usuarios de la red informática ARPA que pudieran utilizarlo.
Entonces, la velocidad máxima de los módems de comunicación por línea telefónica era de 300 baudios, una vigésima parte de los módems estándar actuales.
"La confianza tardó unos años en llegar", dijo Tomlinson. Fue la explosión de las computadoras personales a mediados de la década de 1980 la que popularizó el "e-mail" primero entre los entusiastas de la computación y estudiantes universitarios.
Otro salto se produjo a mediados de los '90, cuando se popularizaron los programas de navegación en la Internet.
Durante los últimos años, Tomlinson ha recibido felicitaciones y algunas críticas por su invento y, por supuesto, todas ellas a través del e-mail.
