LONDRES.- Gran Bretaña no otorgará permiso de trabajo al médico italiano que desea clonar seres humanos y podría multarlo o encarcelarlo si intentara realizar algún experimento de esa índole en su territorio, dijo el lunes un funcionario gubernamental.
Severino Antinori, ginecólogo residente en Roma, dijo a un periódico escocés que deseaba trabajar en Gran Bretaña porque esta nación era la cuna de muchos de los especialistas en fertilidad y clonación más renombrados del mundo.
Pero un portavoz de la Agencia de Fertilización Humana y Embriología (HFEA, por sus siglas en inglés), la cual regula los tratamientos de fertilidad en Gran Bretaña, dijo que Antinori no había solicitado permiso para ejercer su profesión en el país.
"No nos ha solicitado permiso, el cual sería rechazado si lo hiciera", dijo a Reuters James Yeandel, portavoz de la HFEA.
"Nosotros establecimos con mucha claridad, después de nuestra consulta sobre clonación y del nacimiento de la oveja Dolly, que no permitiríamos la clonación con fines reproductores en el Reino Unido", añadió.
Ejercer la profesión sin permiso podría estar sujeto a multa o encarcelamiento. La clonación humana es ilegal en Gran Bretaña bajo la Ley de Fertilización y Embriología Humanas de 1990. Muchos otros países también han prohibido la clonación de seres humanos con fines reproductores.
Antinori y su colega, Panos Zavos, dijeron al periódico escocés Sunday Herald que pedirían permiso a la HFEA para ejercer su profesión en Gran Bretaña con el propósito de forzarles a explicar su oposición sobre la clonación humana.
Si no pueden trabajar en Gran Bretaña, realizarán su trabajo en otro lugar, afirmaron los científicos.
Ostracismo
Desde que Antinori y Zavos anunciaran al mundo que intentaban clonar seres humanos para ayudar a las parejas estériles a tener niños, ambos especialistas han sufrido el rechazo de gran parte de la comunidad médica internacional.
Muchos especialistas en fertilidad y clonación dudan que Antinori y Zavos posean la experiencia para clonar a un ser humano, una técnica muy difícil y peligrosa.
La Sociedad Real de Edimburgo prohibió el lunes a Antinori participar en un debate científico sobre clonación.
"Desde que anunciamos que queremos usar la clonación reproductora como un medio para ayudar a las parejas estériles, no hemos recibido más que oposición por parte de los especialistas en clonación", expresaron Antinori y Zavos en una carta al Sunday Herald.
El Instituto Roslin, en Edimburgo, donde se clonó a la oveja Dolly, ha dado a conocer que no confiere ninguna credibilidad a Antinori.
"Está afectando la reputación de una valiosa área de la ciencia médica", dijo Yeandel, del HFEA.
Antinori ocupó la primera plana de muchos periódicos en 1994 cuando ayudó a una mujer de 62 años a concebir un hijo.
El mes pasado, Antinori y Zavos anunciaron que podrían clonar el primer ser humano antes de fin de año.
"No estamos interesados en copiar a los muertos. Estamos interesados en ayudar a un padre que no posee esperma a tener un niño biológico propio, en ayudar a las parejas a concebir descendencia", dijo Zavos a Reuters en una entrevista en octubre.