El TOKIO, (BSW) - Toshiba Corporation anunció que el procesador de texto de idioma japonés JW-10 de la compañía ha sido certificado de acuerdo con el Programa "Milestone" del IEEE (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos).
Esta decisión reconoce el inmenso impacto del desarrollo por parte de Toshiba del JW-10: no sólo fue el primer procesador de texto de idioma japonés; fue un gran avance que trajo la complejidad secular del idioma japonés a la era de la computación y que abrió la senda para que la tecnología de la información ingresase en todos los aspectos de la vida japonesa moderna.
El IEEE implantó el programa "Milestones" en 1983 con el propósito de reconocer los logros históricos importantes que ocurrieron al menos 25 años atrás, en áreas de tecnología representadas en el IEEE. Más de ochenta premios "Milestones" han sido otorgados en todo el mundo,y este el octavo que se concede para Japón.
Las placas del programa "Milestones" otorgado por el IEEE, que registran el reconocimiento, serán exhibidas de manera permanente en el Centro Corporativo de Investigación y Desarrollo de Toshiba y en el Ome Complex (Tokio), las dos instalaciones que más estuvieron involucradas en el desarrollo del JW-10.
Un avance fundamental
Toshiba inició la investigación y el desarrollo del procesador de texto de idioma japonés en 1971 y desarrolló un sistema práctico, el JW-10 en 1978. Fue mostrado por primera vez en una exhibición en octubre de 1978, y la primera máquina fue enviada en febrero de 1979.
Antes del procesador de texto de idioma japonés, los usuarios japoneses deseaban tener acceso a un medio que produjera texto japonés de la misma fácil manera que los usuarios del idioma inglés podían digitar caracteres alfanuméricos, puesto que los miles de caracteres kanji, más dos silabarios kana, hiragana y katakana, hacían costoso y dispendioso ordenar el texto japonés digitado.
El JW-10 permitía el fácil ingreso de texto japonés con software eficiente para la conversión de kana a kanji, y contaba con una pantalla y una impresora kanji de alta resolución.
Después del lanzamiento del JW-10, otras compañías de artículos electrónicos siguieron a Toshiba en el desarrollo de procesadores de texto de idioma japonés, y de manera progresiva se desarrollaron equipos más pequeños que ingresaron al mercado.
El desarrollo de procesadores de texto más pequeños promovió su uso ya no sólo en oficinas sino en los hogares, y también estimuló la reducción del tamaño en la tecnología para impresoras, pantallas de cristal líquido, discos flexibles, discos duros y circuitos integrados para aplicaciones específicas. En la actualidad, el software desarrollado por procesadores de texto de idioma japonés se encuentra instalado en decenas de millones de computadoras personales y teléfonos móviles en el Japón.
El gran avance de Toshiba en el procesamiento de textos de idioma japonés combinó la moderna tecnología de la información con los caracteres kanji y kana, el antiguo medio de transmisión de la cultura japonesa, y abrió el camino para que la tecnología de la información estuviera disponible en todos los aspectos de la vida para aquellas personas que usaran el idioma japonés.