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Santiago: Jueves 25 de diciembre del 2025 | Actualizado 23:02
SANTIAGO.- Así como Savka Pollack habría decidido intervenir en el correo de su ex-esposo y enviar unos e-mails a su nombre, muchos chilenos se ven enfrentados al mismo delito que es tan común como podría esperarse en una sociedad moderna y conectada, donde las amenazas, chantajes y estafas se hacen online.
Porque este acto que puede parecer poco grave, está tipificado por la ley 19.223 como delito, donde se dice que aquel que "con el ánimo de apoderarse, usar o conocer indebidamente de la información contenida en un sistema de tratamiento de la misma, lo intercepte, interfiera o acceda a él, será castigado con presidio menor en su grado mínimo a medio (61 días a tres años)".
Lo mismo sucede con quienes alteren, dañen o difundan información contenida en este sistema, que puede ser un correo electrónico, considerado propiedad privada, con pequeñas variaciones en la pena.
Por lo tanto, meterse al correo electrónico de otra persona sin su consentimiento ya es un delito, pero que se agrava si es que se suplanta la identidad de la persona –enviando mensajes a su nombre- o sustrayendo información que ahí se guarda, por ejemplo fotos personales. Como fue el bullado caso de Alejandra Álvarez, a quien se le sustrajeron fotos en situaciones íntimas desde su mail, presuntamente, que después salieron a la luz pública.
En el caso de Pollack, la ex miss Chile consiguió la clave del correo de su ex esposo para luego enviar mensajes a nombre de él a su nueva pareja, lo que constituiría además, usurpación de nombre.
"El sabotaje informático (como también se conoce a este tipo de delitos) es uno de los hechos más denunciados, además del grooming, el bullying y la usurpación de nombre, que también se da mucho", asegura el subcomisario de la Brigada del Ciber Crimen (Bricib), Pablo Pereira.
Saboteadores cercanos
Las denuncias que llegan a la Bricib por estos motivos, son generalmente hechas por personas que sospechan que sus correos han sido intervenidos, pero no saben exactamente qué pasa. "Muchas veces comentan que borraron mensajes, que cambiaron contenido, y también nos dicen que encuentran muy raro que muchas amistades estén comentando o preguntando por cosas que ellos no han dicho", explica Pereira.
Y si bien no maneja una cifra exacta de la cantidad de denuncias, dice que son recurrentes. La gente a veces llega cuando le sucede por segunda vez, ya que la primera pensó que era sólo una broma y le bajaron el perfil.
"Pero después se vuelve complicado, porque muchas veces inician cadenas de correos electrónicos donde ofrecen servicios sexuales, por ejemplo. Se contactan personas, se hacen citas, y el dueño de la cuenta no tiene idea", con las consecuencias que puede tener esto.
De las varias denuncias que llegan hasta esta brigada, la mayoría son resueltas rápidamente, ya que según explica el subcomisario, cuentan con todos los recursos técnicos para ubicar al saboteador, "que suelen personas que no entienden mucho de computación, es sumamente fácil y evidente el rastro que van dejando", dice.
"Muchas veces las personas reciben una auto-amenaza, el saboteador toma el correo y escribe una amenaza hacia el titular de la cuenta, quien después se encuentra con el correo de esta amenaza en su bandeja de entrada, y tiene su mismo remitente. Y a pesar que aquí el tercero no usó otra cuenta, de todas formas podemos ubicarlo", agrega Pereira, explicando que cuentan con alianzas estratégicas con empresas proveedoras de Internet que entre otras cosas, le permiten ubicar a los delincuentes.
Además, es muy común que los saboteadores sean personas cercanas al denunciante.
Para evitar que algún intruso entre en su correo, hay algunas precauciones simples que tener. Por ejemplos, en los centros de Internet no ser tan confiados con las contraseñas, porque muchas veces las personas dicen "me hackearon", pero en verdad alguien estaba al lado viendo cuando ingresó su clave, y en algún minuto complicado, se acordó y la usó. "Y eso no es hackear, es sólo la viveza del chileno", agrega Pereira.
Otra medida importante de tener en cuenta es no usar en computadores públicos para acceder a sitios más sensibles, como por ejemplo entrar a la cuenta del banco y hacer transacciones.
Además, también es fundamental una buena contraseña. Lo ideal es que tenga números y letras, y que ojalá sea algo inventado, no una palabra que exista. Para que hablar de teléfonos o fechas de cumpleaños: se recomienda nunca usarlas. Otra cosa, es cambiar regularmente las claves, para aumentar la seguridad.
Si usted sospecha que su correo ha sido intervenido, el delito se puede denunciar a Carabineros o en el cuartel de investigaciones o fiscalía más cercana. Ante cualquier sospecha también es importante recordar bien cuándo y a qué hora empezaron las irregularidades.
El subcomisario de la brigada del Ciber Crimen, Pablo Pereira, dice que no suelen recibir muchas denuncias de famosos.
"Se ha dado mucho lo de suplantación de identidad en Facebook, creados a veces por admiradores”, dice, pero que no aclaran quién está detrás y se puede malentender algunos comentarios hechos por estos usuarios.
"Pero creo que las personas más conocidas se alejan un poco de esto", bajándole el perfil, y utilizando los medios de comunicación para aclarar la situación.
