SANTIAGO.- De entrada advierte que ya pasó un tiempo más que prudente como para seguir manteniendo su silencio obligado tras su cuestionada salida de la presidencia de la Democracia Cristiana. Pero una vez que comienza la conversación, Ricardo Hormazábal, el timonel DC que asumió la responsabilidad por la mala inscripción de los candidatos de su partido, es más moderado de lo que en principio se esperaba.
Tras su salida de la dirección de la DC, decidió alejarse de la vida política contingente y se refugió por un tiempo en compañía de su familia. Reconoce que la errónea inscripción de los candidatos, pudo haber tenido algún efecto en las cifras finales obtenidas por su partido en las recientes elecciones parlamentarias, pero trata de justificar que, en general, la baja electoral no es otra cosa que por situaciones puntuales, que nada tienen que ver con lo que “algunos” han querido presentar como una decadencia democratacristiana.
Cuando está comenzando a instalarse con una oficina de asesorías jurídicas, y retomar con ello el ejercicio de su profesión, Ricardo Hormazábal accedió a conversar con EMOL sobre el escenario político actual.
Lagos y la DC
¿A qué se debió el discurso tan crítico contra el Presidente Ricardo Lagos que pronunció en la Junta Nacional el fin de semana pasado?
No creo haber sido duro con él. Sólo presenté una exposición de hechos, con algunas opiniones, en que quedó claro que cuando dirigí al partido tuvimos una relación muy franca y directa con el Presidente, de plena colaboración.
¿Está dolido con que el gobierno –durante su gestión- se haya relacionado tanto con la directiva del partido, como también con los parlamentarios de su colectividad de forma independiente?
En absoluto. Lo único que hice fue tratar de precisar dos puntos: que mientras algunos predicaban un desastre total de la Democracia Cristiana, éste no era tal; y que las declaraciones que algunos de mis camaradas hicieron en su minuto le causaban un daño muy grande al propio partido.
Se hablado mucho de los respetos mutuos entre la DC y el Presidente Lagos, ¿qué le pareció la actitud soberbia que tuvo el Mandatario cuando Patricio Aylwin puso a su disposición los cargos de los ministros y subsecretarios DC?
Fue un grueso error del Presidente de la República, porque nadie duda que él es el que manda en virtud de su cargo. Siempre tendrá todo mi respaldo como Presidente de Chile, pero tiene que aprender a relacionarse con los partidos políticos. Estuvo de más darle un golpe innecesario a una figura como el ex presidente Aylwin. No se trata de problemas personales míos, o de Aylwin, con Lagos, pero es un hecho que a él le cuesta entender el rol que desempeñan los partidos.
Baja electoral y proceso de revisión interna
¿La caída electoral de la DC se debe principalmente a errores propios o, como se pudo deducir tras la pasada Junta Nacional, a un excesivo acercamiento con el Gobierno?
La caída que tuvimos se debe a una baja general de la votación de la Concertación, y que no permitió mantener los doblajes que teníamos. Eso fue responsabilidad de nuestros aliados, porque debidamente les advertimos que si algunos diputados iban a reelección, la Concertación hubiera mantenido los doblajes en aquellos distritos donde la Alianza por Chile, y a UDI, la quebró.
El error de la Concertación fue llevar una lista con dos líneas que competían. Se lo planteamos al Presidente, pero él estimó que no era conveniente involucrarse. Doce de los 24 candidatos que llevamos subieron su votación, lo que grafica que la DC es un partido sólido.
¿Entonces la baja electoral del partido se debe más a errores en la confección de la plantilla parlamentaria y no a que la colectividad haya dejado de interpretar lo que desea la sociedad?
Cualquier baja porcentual es interpretable a que ya no sintonizamos con la gente; pero, por otra parte, tenemos que si algunos de nuestros candidatos hubieran aceptado quedarse como diputados y no saltar al Senado, y que también algunas personalidades hubieran aceptado el ofrecimiento de enfrentar una elección; la DC fácilmente tendría dos puntos porcentuales más. Como es una mezcla de variables, no se puede hablar de una Democracia Cristiana en crisis, porque eso es falso desde el punto de vista de las cifras. ¡Este partido no está en deterioro, ni tampoco en decadencia!
¿Y cómo interpreta las palabras de Adolfo Zaldívar, al asumir su nuevo cargo, de que el partido debe recuperar sus tradiciones y valores, y que se mantendrá una relación más distante con el Gobierno?
Son sólo especulaciones de prensa, pues en su discurso, Adolfo Zaldívar ha planteado su respaldo al Gobierno y ha enfatizado una línea en que el partido será leal al Gobierno, pero a la vez tratando de perfilar a la DC dentro de esta unidad concertacionista. Ni Adolfo Zaldívar representa a la derecha, ni mucho menos representa un distanciamiento del gobierno.
¿Y cuál es el perfil que debe tener la DC durante los próximos cuatro años que quedan de administración?
El mismo que nos corresponde y que ha sido definido por todos los órganos internos del partido. La DC es una colectividad popular, de inspiración cristiana, que está al servicio de la clase media y de los pobres. Esa es la línea que pretende impulsar Zaldívar.
Relaciones con los demás partidos
En este proceso de perfilamiento, ¿se puede esperar que la DC apoye la agenda valórica que el Gobierno ha definido, como la Ley de Matrimonio Civil?
Ese es un tema nacional que va tener que ser legislado en el Parlamento. El proyecto ya se trató en la cámara baja y recibió votos a favor de la derecha, de la DC, de la izquierda y un voto en contra de Jaime Naranjo (PS).
¿Pero claramente es un tema que a la DC no le interesa poner como prioridad a la hora de fijar la agenda legislativa del Gobierno?
¡No, no, no! Lo único que decimos es que la ley que se apruebe en el Parlamento debe tener el componente de los tribunales de familia para agilizar las causas que tengan que ver con el matrimonio y las tuiciones.
La DC es pro-familia por principios, pero en materias de rupturas lo tiene que decidir cada uno. El único juicio categórico en la DC es que está contra el aborto, y quien piense lo contrario, entonces debe estar fuera del partido.
¿Se resentirán de ahora en adelante las relaciones con el resto de los partido que componen la Concertación, en especial con el PPD, que les pelea la preponderancia en la Cámara de Diputados?
En absoluto, Estas van a ser buenas, porque en el PPD hay gente muy valiosa, gente de gran calidad con las cuales tenemos buenas relaciones. Podrán haber diferencias, pero si las hay tendrá que haber discusiones al respecto.
Y en esas diferencias, ¿será capaz la Concertación de llegar a las elecciones presidenciales del 2005 con un candidato único?
Soy partidario de que sigamos construyendo el proyecto concertacionista y que llevemos un candidato común. Antes, eso sí, debemos solucionar puntos que están pendientes, como el que no podemos seguir enfrentándonos en el esquema de uno contra tres (PPD, PS y PRSD contra la DC). No puede haber una política de hostilidad contra de la Democracia Cristiana, pero si alguien quiere hacerlo en ese esquema, no pueden pretender que nos hagamos el "Harakiri".
En este esquema, ¿la DC podría soportar otra elección presidencial sin un candidatos de sus filas?
Por supuesto, porque somos un partido de ideas y no de caudillos. Una vez que en el congreso del partido se definan los programas de gobierno, se podrá definir cuál es el mejor candidato, hombre o mujer. Sólo después de eso nos pondremos de acuerdo con nuestros aliados para ver cuál es el mejor nombre que dirija el proyecto.
