SANTIAGO.- El Gobierno y la cancillería tienen que hacer una "autocrítica" sobre la forma en la que se manejó la situación respecto a los hechos ocurridos en Venezuela, sostuvo este jueves el senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI) Hernán Larraín, quien subrayó además que el Ejecutivo debe asumir la responsabilidad que le cabe en la materia.
A juicio del legislador, "más que echarle la culpa a un embajador, sería bueno que la cancillería, el Gobierno y el propio Presidente Lagos hicieran una autocrítica de lo que ocurrió allí, porque me parece que ellos dieron un paso en falso muy delicado".
Larraín fue aún más allá en sus dichos, recalcando que las declaraciones realizadas por estos diferentes estamentos, las que calificó como "contradictorias, muy inadecuadas, muy inoportunas y muy poco democráticas", habrían dejado a Chile en un pie muy discutible en el concierto internacional.
De allí que el parlamentario opositor plantee que no es precisamente el embajador de Chile en Venezuela, Marcos Alvarez (PRSD), quien "deba pagar la cuenta", calificándolo como el "pato de la boda", que ha debido asumir la responsabilidad de un "error diplomático mayor" cometido por la cancillería en el caso de Venezuela.
Hernán Larraín añadió que cuando sucedieron los hechos de Venezuela, "hasta las declaraciones del Presidente (Ricardo Lagos) fueron contradictorias, fueron bastante difíciles de entender, lo mismo que aquellas que emanaron de la cancillería".
Todo esto no se arregla, afirmó el senador de la UDI, destituyendo a un embajador, pues al tomar estas medidas -dijo- la autoridad está reconociendo que se cometieron errores, por lo cual instó a quienes conducen la política exterior chilena a hacerse responsables de la "actuación bastante penosa, por no decir vergonzosa, a propósito de lo que ocurrió en Venezuela".