
VIÑA DEL MAR.- Hugo Varela hizo reír. Y harto, a pesar de los malos pronósticos que acechan siempre a los humoristas. El argentino presentó un show simple, divertido, variado y que le permitió retirarse de la Quinta con las antorchas de Plata y Oro.
Bien por el cómico que creó una rutina en base a sus canciones - muy divertidas todas- y a una constante interacción con el público.
Aunque al comienzo algunas pifias amenazaron y los aplausos eran débiles, Varela supo convencer con sus instrumentos extraños (una sartén y una pierna de maniquí convertidas en guitarra y violín) y con su estilo afable, sano y entretenido.
Ya con los nervios al lado, el argentino fue capaz de hacer levantarse a toda la Quinta y hacerlos protagonizar una cumbia llena de risas.
Merecidas ambas antorchas, las que por primera vez este año son bien exigidas por el público antes de ser entregadas.
El Monstruo puso el visto bueno y Varela aprobó con éxito lo difícil que es hacer humor en Viña.