EMOLTV

La carrera

06 de Enero de 2006 | 13:09 | Amanda Kiran
Seleccionada, después de enfrentar varios rivales. Pre-selección, tras pre-selección. Tuve que ganar y pasar muchas pruebas y a muchas compañeras antes de quedar. No fue fácil. Entrené muchísimo. Y día a día me exigía más.

Llegó el día del nombramiento. Eran dos nombres solamente... y apareció el mío:
Verónica Torres y Amanda Kiran.

¡Qué orgullo! La carrera era en dos semanas más. Ya estaba nerviosa. Este no era trabajo en equipo. Era, yo, sola. Competía -hasta- contra Verónica. Contra mis miedos, contra mis tiempos. Contra otras instituciones.

Tenía que demostrar lo que llevaba entrenando y esforzándome. Tenía que demostrar lo que llevaba dentro de mi espíritu. Lograr sacar lo mejor de mi, para obtener un puntaje para nuestra camiseta. Porque defendíamos colores, pero más que nada, defendíamos un orgullo personal. Entre otras cosas, no hacer el loco.

La carrera era larga, en pleno verano. Mucho calor. Había que correr a través de cerros, subir, bajar, correr a campo traviesa, a través de árboles, pastos, etc.

Era una prueba que se hacía todos los años, y por edad este era mi última posibilidad de correrla. Era una carrera de resistencia, de fuerza, de voluntad, de un conjunto de cosas. Era un tremendo desafío... y yo estaba –orgullosamente- dentro de él.

Las dos semanas tuve el estómago apretado y me tenía que obligar a comer.
Debía estar fuerte para los arduos entrenamientos que mi profesora me obligaba a mantener para no perder el estado físico, que llevaba cultivando por varios meses.

Nada de grasas, ni mucha azúcar. Un montón de líquido. Y muchos carbohidratos.
Fueron dos semanas de concentración total.

Y llegó la noche antes de la competencia. Comí en casa, con mis padres, que sin quererlo, mostraban un leve nerviosismo. Mi mamá me preparó tallarines para la energía que necesitaría la mañana siguiente.

Los tres comimos juntos, hablando de diversos temas para no sacar al aire el nudo de mi estómago. Hasta que solté...

- "Estoy algo nerviosa"
- "¡Todo va a salir bien!", dijeron a coro ambos, atropellándose.

Era para todos importante que la carrera saliera bien. No era necesario ganar, pero sí desempeñar un papel digno. Y entonces, de abrazos alentadores, me fui a acostar.

En mi cama, me di varias vueltas imaginando de todo. Tenía que dormir para estar descansada. Pero no era fácil conciliar el sueño. Miles de imágenes se venían a mi cabeza y a mi corazón que latía a ratos, en forma cada vez más veloz.

Hasta que llegaron los pajaritos y con ellos, la mañana. Con esa mañana apareció, otra vez, el nudo más inmenso dentro de mí. Era un nerviosismo casi delicioso. Alentador. Algo que te importa.

Me puse la tenida especialmente preparada para el día. Los colores de mi camiseta brillaban junto a mi pelo justamente lavado para la ocasión. La brisa de la mañana pegó en mi cara, y nunca la voy a olvidar.

Mis padres acompañándome al lugar de la carrera, para gritar de afuera.
Muchas personas en las gradas. Mi corazón cada vez latía con mayor velocidad, sin siquiera haber empezado el desgaste físico. Y llegué caminando a la partida.

Ya no escuchaba mucho a mi alrededor. Sólo mis músculos ansiosos por empezar a trabajar. Hartas competidoras de varias partes. Yo entre medio de todo esto...

Y nos ordenaron. Una al lado de la otra. Se acercaba el momento... adrenalina por todos lados. Así daba gusto empezar un nuevo año.

La voz del juez… "En sus marcas, listas... ¡Ya!"

Amanda Kiran
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?