VIÑA DEL MAR.- Acompañado por sus mariachis y su banda, Alejandro Fernández salió a saludar a una Quinta Vergara que lo recibió con un agudo grito que ya le abrió al cantante el ambiente del lugar listo para llenarlo con sus mejores rancheras y canciones románticas.
Vistiendo un elegante traje típico mexicano, el pelo engominado hacia atrás y luciendo una colita, el mexicano cautivó a su público femenino ya antes de ponerse a cantar. Si a eso se suma su vozarrón y las trompetas de su banda, la conquista de los presentes era un hecho.
Alejandro Fernández cuenta con la seguridad que da una carrera consolidad, más de 13 discos editados, ventas cerca de los 20 millones de copias en el mundo, una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y, claro, el hecho de que ésta no era la primera vez que visitaba el Festival de Viña (antes estuvo en 2001).
El público femenino lo acompañó cantando, y le celebraba cualquier beso que tiraba a la Quinta y sus movimientos de torero que simulaba durante la actuación que duró casi una hora hora y media.
También se dio el lujo de salir a ponerse un pantalón de cuero mientras sus mariachis seguían entreteniendo al monstruo domado (y eso que muchos de los presentes eran del perfil "Daddy Yankee" que se presenta esta misma noche).
La actuación de Fernández fue sólida y cumplió con todas las expectativas del público que lo vino a ver. Un cuidado sonido, una buena banda, una mezcla entre sus mejores canciones y algunos
covers de clásicas rancheras, y su estilo de
latinlover que rompe corazones, fue el cóctel seguro para prender la noche del Festival.
Como dijo el mexicano ayer: "Vamos a hacer todo lo posible para quedar bien en el Festival, siento un gran compromiso y me entregaré en cuerpo y alma". Eso se notó y fue premiado con Antorcha de Oro y de Plata, y Gaviota de Plata.
