BUENOS AIRES.- Como los personajes de "El Método", la exitosa obra de teatro del español Jordi Galcerán Ferrer, cinco entrenadores se están disputando el cargo que se apresta a dejar vacante José Pekerman al frente de la selección argentina de fútbol.
En la obra teatral, estrenada en importantes salas del mundo y llevada al cine por el realizador argentino Marcelo Piñeyro, los aspirantes a un puesto ejecutivo en una empresa multinacional utilizan las peores miserias del ser humano con tal de alcanzar su objetivo, y convierten la competitividad en paranoia, barriendo con todos los códigos morales y éticos.
En el caso de la sucesión de Pekerman, la "obra" que empezó a escribirse hace una semana tiene otros condimentos que la diferencian de aquel crudo mecanismo de selección de personal.
Diego Maradona, Carlos Bianchi, Carlos Bilardo, Américo Gallego y Gabriel Batistuta, que son los cinco protagonistas (hasta ahora), se han manejado con otros códigos y, más allá de lo oportuno o no de sus declaraciones, han mantenido ciertas normas éticas.
Maradona declaró a un canal de televisión de su país: "No me quito del medio para nada, pero tampoco me postulo". Y se preocupó en aclarar: "Yo no soy de aquellos que esperan que saquen a un técnico para ir a su lugar. No lo hago, por una conducta, y no lo haré jamás aunque no tenga qué comer". Unas semanas antes del Mundial había dicho que sueña con entrenar a la selección y que habría que ver cómo le iba a Pekerman en el Mundial.
El entrenador del Toluca, Américo Gallego, confesó desde México que no se hace ilusiones por ahora. Pero "el día que me llame (Julio) Grondona seré el hombre más feliz de la tierra", precisó.
El tercer candidato, por orden de aparición, fue Carlos Salvador Bilardo, que dirigió a la selección en los Mundiales de México 1986 e Italia 1990 y no escondió sus deseos de ir por la revancha. Habló de que extraña estar alejado de la dirección técnica y que le gustaría volver. "Tengo que hablar con mi mujer, pero sólo sé que yo sí volvería", subrayó.
Sorprendentemente, en la misma semana en la que Pekerman, al volver a su país, ratificó su decisión de dejar el cargo, saltó al ruedo de los autoproclamados el ex artillero Gabriel Batistuta, que obtuvo el título de entrenador en Italia, pero nunca ha dirigido a ningún equipo y se mantiene alejado del fútbol, aunque fue comentarista de una cadena de televisión mexicana en el Mundial de Alemania.
"Atendería con gusto" un llamado para dirigir a la selección. "Para mí sería un honor, pero creo que debe seguir José" (Pekerman), declaró Batistuta a algunos medios radiales y gráficos de su país desde Alemania.
El mismo día el ex entrenador de Boca Juniors y del Atlético de Madrid Carlos Bianchi confesó que le gustaría asumir el desafío, pero que "los principios son más importantes que los deseos", y explicó las ventajas de Pekerman.
"Tiene el apoyo de la AFA y eso es muy importante para poder trabajar tranquilamente al frente de un proyecto", dijo, dejando entrever las diferencias que mantiene con el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, que le llevaron ya a rechazar dos veces -en 1998 y 2004- la oferta de entrenar a la albiceleste.
El "jefe de personal" de la empresa que debe escoger al candidato que ocupe el cargo vacante es Grondona, quien no quiere ni pensar en otro nombre que no sea Pekerman. Dijo que hablará con él al retornar a Buenos Aires y tratará de convencerlo.
La puerta no está cerrada del todo. Existe una mínima posibilidad de que revea su decisión. Si Grondona no lo convence, se cerrará un capítulo y se abrirá otro con una trama y un desenlace imprevisibles.
