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El Viejo Pascuero

La tradicional imagen de Papá Noel o Santa Claus con sus duendes, renos y trineo cargado de regalos, es una invención estadounidense del siglo XX. Sin embargo, el personaje está inspirado en el obispo de Mira (Turquía), hoy conocido como San Nicolás, quien dedicó su vida a los más pobres, y era muy querido por su bondad y generosidad.

Tras su muerte, San Nicolás se convirtió en un santo muy popular. Sus reliquias fueron trasladadas a la ciudad italiana de Bari, donde comenzaron a tejerse historias maravillosas en torno a su figura. Curiosamente en Italia quien trae los regalos de Navidad no es San Nicolás, sino una bruja buena llamada Befana.

Las leyendas que sitúan a San Nicolás bajando por las chimeneas para dejar a los niños regalos y medias repletas de golosinas, nacieron en Alemania, Suiza y los Países Bajos. Posteriormente se extendieron a Estados Unidos, donde los protestantes holandeses convirtieron al santo en un mago nórdico.

De esta manera, la apariencia de San Nicolás comenzó a cambiar. Su mitra de obispo derivó en el conocido gorro rojo y su residencia se trasladó al Polo Norte. Luego John Tinnel, un caricaturista de la revista inglesa “Punch”, lo representó con una túnica roja, un poco más subido de peso y con sus mejillas sonrosadas.

En 1863, el ilustrador Thomas Nast completó el tradicional atuendo, agregándole un cinturón negro.

Finalmente, en 1931, The Coca-Cola Company encomendó al pintor Haabdon Sundblon que creara la imagen del Viejo Pascuero tal como se conoce hoy y la usó en una campaña publicitaria pre navideña. Éste fue el icono que cautivó al mundo y a los niños e hizo olvidar para siempre la impronta del delgado obispo de Mira.

El Árbol de Navidad

Existen varias versiones sobre el origen del Árbol de Navidad. Una de ellas sitúa su nacimiento en la primera mitad del siglo VIII, cuando en Alemania se “vestía” con manzanas y piedras pintadas a los árboles que habían perdido sus hojas durante el invierno, para que los espíritus buenos que en ellos habitaban regresaran pronto.

También se dice que la tradición del Árbol de Navidad se originó en una leyenda europea que cuenta que durante una fría noche de invierno, un niño buscó refugio en la casa de un leñador y su esposa, que lo recibieron y le dieron de comer. Durante la noche el niño se convirtió en un ángel vestido de oro: era el Niño Dios. Para recompensar la bondad de los ancianos, tomó una rama de un pino y les dijo que la sembraran, prometiéndoles que cada año daría frutos. Y así fue: aquel árbol dio manzanas de oro y nueces de plata.

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