No hace muchos años los expertos vaticinaban que a nivel global quedarían solo cinco grandes grupos industriales en el mundo del automóvil. Sin embargo, el surgimientos de varias marcas chinas que están alcanzando presencia importante a escala global, así como el fracaso de fusiones como las Chrysler con Mercedes-Benz dieron lugar a pensar que esos expertos habían estado equivocados.
Pero ahora parece que no era tan así. El año pasado la nota fue la adquisición de Mitsubishi Motors por Nissan, fortaleciendo la Alianza con Renault, que ya suma además marcas como Infiniti, Dacia y Datsun. Con este robustecimiento, la Alianza transita hacia el desplazamiento de General Motors (GM) como tercer mayor grupo automovilístico global, ranking que encabezan los Grupos Volkswagen y Toyota.
Y ahora en el escenario aparece un nuevo acercamiento corporativo, el de los Grupos Volkswagen y el ítalo estadounidense Fiat Chrysler Automóviles (FCA). Se trata de un acontecimiento en plena gestación y su desarrollo, de confirmarse plenamente, podría llevarse un tiempo dada la complejidad de la necesaria negociación.
Semejante idea provino del mismísimo gerente general de Volkswagen, Matthias Müller, quien sorprendió, tras la rueda de prensa de resultados, al afirmar la posibilidad de abrir una negociación con Fiat Chrysler para fusionar ambas compañías.
Hay que señalar también que Sergio Marchionne, máximo ejecutivo de la marca ítalo estadounidense, había defendido la integración de ambas empresas, pero en otro momento, también había señalado que todavía le gustaba la idea de fusionarse con General Motors.
En efecto, la compra de Opel por parte de PSA, la dueña de Peugeot, Citroën y DS, movió a todo el sector del automóvil que afronta a corto plazo una profunda transformación con los primeros pasos del auto eléctrico y autónomo. Durante el último Salón de Ginebra, las especulaciones sobre adquisiciones y fusiones fueron las protagonistas. Muchos altos directivos previeron una mayor concentración de las marcas para afrontar los desafíos.
Necesidad de enfocarse hacia nuevos negocios
Marchionne, defendió las fusiones de la industria automovilística para compartir los costos de fabricar vehículos más limpios y tecnológicamente más avanzados. Y no descartó una aproximación con Volkswagen.
Matthias Müller, máximo dirigente del gigante alemán, declaró a la prensa que “sería muy útil que el señor Marchionne me comunicara sus consideraciones y no sólo a usted” (le dijo a un periodista), tras la presentación de resultados. A la vez que no ha descartado hablar con Fiat Chrysler, que supone un radical cambio de tono, respecto a hace unas semanas, cuando negó esta posibilidad.
Müller anunció un cambio de estrategia del grupo para orientarse hacia la tendencia del sector y aseguró que confía “en el futuro de Volkswagen, con o sin Fiat Chrysler”.
El ejecutivo afirmó que la compañía seguirá siendo uno de los fabricantes de automóviles de mayor éxito en el 2025.
“También seremos un proveedor internacional líder de movilidad sostenible y estableceremos los estándares de nuevos servicios de movilidad”, añadió.
La facturación del consorcio al cierre del año pasado se elevó 1,9%, hasta 217.267 millones de euros (US$233.470 millones), mientras que sus ventas mundiales de vehículos alcanzaron una cifra récord de 10,29 millones de unidades, lo que supone una progresión de 3,7% respecto al 2015 y le permitió finalizar el ejercicio como el primer fabricante mundial de automóviles por delante de Toyota.