CUSCO.- En medio de la cuesta oriental de la Cordillera de Los Andes que envuelven los estrechos caminos de Cusco, Mazda hizo el debut regional del CX-5, uno de sus modelos más vendidos globalmente.
Desde su primera aparición en los mercados en 2012 que ya ha comercializado más de 1,4 millones de unidades.
Por este motivo es que la marca tenía una misión un tanto difícil con esta segunda generación, ya que debían mejorar el producto manteniendo la esencia que lo ha hecho un modelo exitoso. Bastó el primer encuentro con el SUV, vestido del nuevo color de la marca Soul Red Crystal, para que demostrara que ahora su apariencia es sólida y de líneas definidas.
La cara hace guiños coquetos con focos más delgados y con líneas horizontales que envuelven la parrilla que ahora cuenta con el emblema de la firma más acentuado y pronunciado.
Además, el pilar A fue desplazado en 35 mm, lo que le entrega un aspecto más deportivo. En la parte trasera se nota una similitud con el hermano mayor, el CX-9, ya que el nuevo portalón eléctrico –capaz de abrirse completamente en siete segundos- posee rasgos que enfatizan la anchura del CX-5.
Detalles del interior
Su habitáculo fue un gran salvador, ya que tras varias horas de viaje desde Chile a Cusco, ofreció un acogedor y amplio interior, ayudado por los asientos delanteros que optimizaron su ergonomía. Así, la convivencia de más de una hora en ruta sirvió para ver las principales cualidades que presenta el nuevo SUV de la casa japonesa.
El panel central se muestra más alto y ancho, lo que ayuda a que el conductor pueda controlar sin distracción los elementos. A ello se suma el head up display que proyecta la información de velocidad en el parabrisas, lo que permite que el conductor no desvíe la mirada del camino. Y pensando en los fanáticos del techo solar, éste también fue mejorado e incrementó su amplitud.
Pensando en enriquecer las virtudes de la cabina, el Mazda CX-5 incluye más de 30 mejoras para una mayor insonorización, como aumentar la cantidad de materiales aislantes, parabrisas más grueso y nuevas juntas de las puertas.
Con respecto al equipamiento, el fabricante nipón conserva el sistema MZD Connect, que integra la pantalla táctil de 7’’ y sistema GPS.
Con respecto a las motorizaciones, el nuevo vehículo conserva las configuraciones actuales: gasolina de 2 y 2,5 litros y diésel de 2,2. Sin embargo, desde la marca comentaron que se ha mejorado la dinámica de la tecnología Skyactiv, gracias a un nuevo control de marchas en la transmisión que, mediante sensores, puede pronosticar la intención del conductor. Además, mejoró la respuesta del acelerador.
Al igual que los Mazda 3, 6 y CX-9, el CX-5 cuenta con sistema G-Vectoring Control que mejora el comportamiento del chasis gracias a la optimización del torque. La carrocería también fue perfeccionada, incrementando en 15% su rigidez.
El CX-5 incluye sistemas de seguridad activa como monitorio de punto ciego y de tráfico cruzado trasero, sistema de frenado inteligente en ciudad, advertencia de mantenimiento de carril, alerta de cansancio del conductor, entre otros.
El modelo se incorporará al mercado nacional en julio con siete versiones disponibles a un precio desde $16.390.000 y hasta $24.490.000.
