SANTIAGO.- El asunto está claro: en la película “Volver al Futuro” las estrellas protagonistas son Michael J. Fox, Christopher Lloyd y DMC12; este último el auto DeLorean que hace el papel de la máquina del tiempo rodante.
Al cumplirse 32 años del estreno de la zaga cinematográfica, la propia Universal Pictures, productora de las películas, celebró de manera especial en Hollywood. Y no es para menos, ya que gracias el éxito del filme se debió en buena parte al la presencia de este auto.
El DMC12 construido por John Zachary De Lorean comenzó a ser desarrollado en 1977, cuando su creador renunció a la posibilidad de dirigir GM Corporation para emprender el proyecto de crear su propia empresa automovilística.
Lo curioso es que cuando la película se estrenó, de hecho la marca DeLorean había cerrado (en 1982), después de que la empresa no pudiera pagar sus deudas y de que su fundador fuera injustificadamente involucrado en un caso de tráfico de drogas.
Aún con ello Steven Spielberg y Robert Zemeckis decidieron usar una unidad DMC12 para desarrollar sobre ella la famosa “máquina del tiempo”. Los productores consiguieron tres unidades DMC12 en el mercado de ocasión y las modificaron con diversos elementos visuales para convertirlas en máquinas del tiempo, entre ellos el ultrafamoso “condensador de flujo”.
Una de los tres DeLorean se dañó al poco tiempo, por lo cual fue canibalizado para que sus partes sirvieran de repuesto a las otras dos unidades. Otro auto se usó en las tomas estáticas y a poca distancia, mientras el tercero fue empleado en las escenas de acción.
En las dos siguientes películas: Volver al Futuro 2 y Volver al Futuro 3, hubo más DMC12. En una de ellas aparecía que el auto volaba, pero esas tomas se hicieron con un modelo de fibra de vidrio y efectos especiales.
La presencia de estos DMC12 en estas películas le sirvió a John DeLorean para que su auto tuviera un lugar en la historia, porque de otro modo habría pasado al olvido como tantos otros en el transcurso del tiempo.
Es que al margen del fracaso financiero de la marca DeLorean, el DMC12 era mucho ruido y pocas nueces. No es que en la realidad no pudiera viajar en el tiempo, sino que en realidad no podía viajar a ningún lado muy rápido. Con un motor V6 de 2,8 litros, tenía solamente 130 cv. Originalmente este motor daba 170 cv, pero con la instalación del convertidor catalítico, la potencia se redujo.
Tan poco impresionante era, que el sonido del motor en Volver al Futuro en realidad proviene del V8 de un Porsche 928.
La mayor gracia del auto era que su diseño fue producto de la casa italiana Giugiaro y que estaba hecho de acero inoxidable. Y para hacerlo notar, ninguno de los DMC12 salió de la fábrica con pintura.
Tampoco es que DeLorean pretendiera competir con Ferrari, pues su propósito fue ofrecer un medio de transporte cómodo, eficiente y vistoso. O sea nunca pretendió que fuera veloz y tampoco que viajara en el tiempo.